Rímac

(1891) 1937 San Juan Bosco
Arquidiócesis de Lima
Oratorio Salesiano Don Bosco
Jr. Madera 401 – Lima 25
Casilla 2499 – Lima 100 – RímacOratorio festivo – Casa de acogida Octavio Ortiz Arrieta CETPRO Domingo Savio – Iglesia San Juan Bosco – Serigrafía – Capellanía

Reseña

La obra pionera de los salesianos en el Perú fue justamente esta: el Rímac. Este Oratorio Festivo fue inaugurado el día 8 de diciembre de 1891, cuando se cumplían 50 años de la iniciativa pastoral de San Juan Bosco en la sacristía de la iglesia San Francisco de Asís de Turín.

Junto con los salesianos se instalaron las Hijas de María Auxiliadora en el populoso barrio rimense de San Lázaro (hoy distrito del Rímac), cerca del conocido Paseo de Aguas y la tradicional Alamedad de los Descalzos.

El Director que encabezó la fundación fue el P. Riccardi quien continuamente mantenía informados a sus Superiores sobre las humildes y pobres condiciones en que empezaban a trabajar con los pequeños del barrio bajopontino.

Fue la Beneficencia quien otorgó el local para el funcionamiento del Oratorio Festivo. Se prestaba exactamente para ello: salones para capilla y clases, patio, huerta, etc.

Además del P. Director que dirigía la obra y era capellán de las Hijas de María Auxiliadora, conformaban la comunidad el P. Carlos Pane, el P. Guido Terzuolo y el Coadjutor Juan Sciolli.

Este Oratorio resultó la gran novedad. Llegó a ser el centro recreativo para la chiquillada del barrio rimense y también de Lima, porque pronto la noticia corrió de boca en boca y era de ver el entusiasmo con que empezaron a acudir los niños y también los jóvenes durante los días festivos. Quedaban encantados por la afabilidad y el espíritu campechano con el que los salesianos recibían a los chicos y se entretenían con ellos.

No se hizo esperar tampoco la generosidad y magnanimidad de los cooperadores; pues gracias a sus dádivas se logró implementar los carruseles, pasovolantes, barras, etc.

Los oratorianos, en sus hogares, hablaban con respeto y veneración de sus nuevos maestros. Poco a poco fue creciendo la concurrencia de los chicos, y de uno de esos asiduos y entusiastas será el primer sacerdote y obispo salesiano, el siervo de Dios Mons. Octavio Ortiz Arrieta.

Actualmente la obra cuenta con un sinfín de actividades en beneficios de los jóvenes del Rimac. Un CEO que alberga centenares de chicos. Una casa albergue con 20 muchachos. Un oratorio que alberga semanalmente a cientos de jóvenes, chicos y chicas que llegan para recibir un mensaje de Don Bosco.