New York – El 17 de octubre es el día internacional dedicado a reconocer y sostener el esfuerzo de las personas que viven en la miseria. La celebración de la Jornada Internacional para la Erradicación de la Pobreza (IDEP, en inglés) se realizó el martes pasado en la sede de las Naciones Unidas en New York, con el tema “De la pobreza a la Sostenibilidad: las personas al centro del Desarrollo Inclusivo”.
El tema fue elegido sea para llamar la atención sobre la Conferencia para el Desarrollo Sostenible que se tendrá en Río de Janeiro en el mes de junio del 2012 (Rio +20) como para ilustrar sobre las soluciones concretas y significativas adoptadas por cuantos viven en la miseria para proteger la sostenibilidad del propio ambiente e interrumpir el ciclo de la pobreza.
Como es tradición, la conmemoración del IDEP fue organizada por la Sub Comisión para la Erradicación de la Pobreza y el Departamento de Relaciones Económicas y Sociales (DESA) de las Naciones Unidas. Los salesianos de Don Bosco han colaborado en la organización del evento, a través de su representación en las Naciones Unidas, con el padre Thomas Brennan, que es miembro del Comité Central de la Sub Comisión y del Comité Organizador del IDEP.
La primera parte de la conmemoración, desarrollada a medio día, comprendió algunos pronunciamientos de los embajadores de Francia y Burkina Faso, que patrocinaron la manifestación; del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, de algunos funcionarios de la ONU y, sobre todo, de varias personas que han experimentado en su propia piel la pobreza y que están trabajando en conducir una vida sostenible.
En la tarde el evento continuó con una presentación teatral realizada por personas que se ganan la vida reciclando latas y botellas botadas por tierra; y sucesivamente en una tabla redonda que contó con el aporte de varios “expertos”, es decir, de algunos ex – pobres que alcanzaron a salir de la miseria y ahora trabajan para difundir la educación.
En la preparación de la Conferencia de Río las Naciones Unidas reconocieron “que erradicar la pobreza es el desafío más grande a nivel global que actualmente apuesta el mundo y es un requisito esencial para el desarrollo sostenible”.