Fátima – El pasado fin de semana se realizó, del 25 al 27 de noviembre, en Fátima, la VII Asamblea General del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) Europeo. El rico programa contó con dos actividades fundamentales. un intenso momento formativo para crecimiento del grupo y la revisión de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid.
A través de los delegados y delegadas Salesianos, Hijas de María Auxiliadora, Salesianos Cooperadores y Jóvenes, estaban representados casi todos los países de Europa. De acuerdo con el tema del Aguinaldo 2011, el tema de formación de la VII asamblea fue la vocación en todas sus modalidades: desde la “Llamada” de Dios hasta convertirse en protagonistas de la propia vida, el descubrimiento de si, el recuerdo de las propias elecciones vocacionales, la dificultad de elegir… Todo, manteniendo siempre una óptica positiva que, sin negar el trabajo personal que cada uno debe hacer para seguir su vocación se centró sobre todo en la belleza de seguir el proyecto de Dios para cada persona.
El encuentro continuó después con la intervención del MJS de España que presentó la evaluación de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Todos estuvieron de acuerdo en señalar la óptima organización y la logística dispuesta por el MJS español para cada uno de los participantes. La acogida y la fraternidad no faltaron nunca. Y si ha habido alguna falla ha sido en los eventos mayores planificados por el comité central, pero la experiencia fue totalmente positiva. Con este espíritu todos recordaron el encuentro del MJS mundial del 17 de agosto en Atocha, que a través de colores, fiesta, música, adoración y oración solidificó la identidad del Movimiento y demostró su vitalidad.
Al final no faltaron los momentos informales para compartir entre todos los participantes: la visita al Santuario de Fátima, guiada por una animadora del MJS Portugués muy preparada. El tour por la ciudad de Lisboa, el compartir las comidas típicas tradicionales, la misa con los salesianos de la inspectoría y una noche organizada por los animadores del MJS de Portugal, reunidos para el foro Nacional, que ayudaron a la integración de todos.
La VII asamblea se concluyó dejando en cada uno de los participantes la conciencia de ser parte de un movimiento alegre, bello y vivo, que trabaja por la salvación de los jóvenes, en comunión con Dios al estilo de Don Bosco. Y donde cada uno puede aportar según su vocación.