(ANS – Roma) – El pasado 20 de enero, en el ámbito de las jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana, el padre Bruno Ferrero presentó una conferencia sobre el tema “Pensar como Don Bosco”. El aporte, muy valorado por todos los participantes, sirvió para presentar la actualidad del carisma que la Familia Salesiana ha heredado de su Fundador.
La relación del padre Ferrero – autor de varios libros, antes Director de Elledici de Turín y actualmente Director del Boletín Salesiano italiano – se desarrolló como un verdadero itinerario hacia al descubrimiento de los rasgos peculiares de la figura Don Bosco, de acuerdo con uno de los objetivos de las Jornadas de Espiritualidad: contribuir a la difusión del conocimiento íntimo y profundo de la historia de Don Bosco, en vista de la celebración del Bicentenario del nacimiento.
La presentación fue atractiva y genuina, sin el propósito de agotar en el breve tiempo de una conferencia la riqueza espiritual de un santo como como Don Bosco, sino con la convicción de ilustrar al menos las motivaciones fundamentales. Con una premisa que estuvo presente durante toda la intervención: “Espiritualidad salesiana significa ver la vida como Don Bosco. No como una imagen, un Icono o un personaje del pasado. Significa preguntarse: Cómo sería el mundo sin Don Bosco? Y También: Qué haría Don Bosco? Qué nos diría a nosotros, hoy?”
Valiéndose de numerosos testimonios históricos y citaciones bibliográficas y de narraciones anecdóticas, el padre Ferrero sacó a la luz varios elementos claves de la vida de Don Bosco: en primer lugar su fuerzade convocar, que residía en tener un gran sueño y en la capacidad de comprometer a otros en su realización; después su pedagogía de la alegría y del amor, que no le hacía temer “el gusto” de estar con los demás, ni el decir “Te quiero”; y su familiaridad con María y con Dios, que eran el origen de su profunda fe y que daba como fruto muchísimos milagros.
Otros elementos fueron su visión profética, capaz de ver más allá de la realidad presente para construir el futuro deseado; la tenacidad y la humildad de Don Bosco, valores que venían desde su origen campesino y que el santo cultivó por toda la vida después de que el sueño de los nueve años la virgen le dijo: “hazte humilde, fuerte y robusto”; la certeza del Paraíso, lo sostenía en los momentos más difíciles; y la espiritualidad profunda y sencilla de quien, después de haber gastado toda la vida por un sueño, alcanza al final a comprender que Dios lo ha realizado a través de él.
El texto completo de la relación del padre Ferrero está disponible, en diversas lenguas, en el sitio web dedicado a las Jornadas de Espiritualidad.