(ANS – La Paz) – Un grupo de investigadores de la Universidad Salesiana de Bolivia coordinados por el profesor y sicólogo Marcelo Pacheco realizaron 42 entrevistas a menores que trabajan en la calle con el objetivo de defender los derechos de los menores. “La única conquista de los menores, según el estudio, ha sido la apropiación de un territorio”, que no mejora sus condiciones de vida.
Los niños, niñas y adolescentes que trabajan en las calles deben concretar a diario “conquistas evolutivas”, es decir experiencias en forma de triunfo, no necesariamente asociadas al comportamiento esperado de su edad cronológica. Ganar un territorio, conseguir que le paguen el total del servicio, fidelizar a un cliente, defender el territorio y superar los prejuicios sociales son las victorias de los menores trabajadores en las calles.
Así lo plantea un grupo de investigadores de la Universidad Salesiana de Bolivia, encabezados por el profesor Marcelo Pacheco, quienes han observado que la principal “conquista evolutiva” de los menores en la calle es la apropiación de un espacio determinado para desarrollar su trabajo, la territorialización.
La investigación se desarrolló sobre la base de 42 entrevistas a menores que trabajan lustrando calzados en un marco de 7 kilómetros cuadrados del centro de la ciudad. Pacheco explicó que el oficio de lustrar es el “más estable” para ellos porque es “menos permeable al control de la autoridad”.
En un oficio del que se puede decir que es de “semi explotación”, los menores trabajan un promedio de 38 horas a la semana, logrando un ingreso de 586 Bolivianos, es decir por debajo del salario mínimo que actualmente está en 814 Bolivianos. El pasamontañas y la caja de herramientas son parte de la identidad de los lustracalzados, como trabajadores que se desempeñan en la calle, y éste último elemento permite conquistar el espacio de acción.
Cuando el espacio geográfico ha sido apropiado, generalmente a través de la formación de gremios, procede concretar otras “conquistas evolutivas” como la habilidad en el trabajo y el cobro del 100% del servicio, la fidelización del cliente, la defensa del territorio (vía no invadir los espacios de otros gremios o asociaciones) y enfrentar con éxito los prejuicios sociales. Pacheco dice que estas “conquistas evolutivas”, como en cualquier persona, hacen que los chicos trabajadores sientan satisfacción en el presente y a la vez perspectivas alentadoras hacia el futuro.
Muchos de los niños trabajadores afrontan exclusión en su vida diaria fuera del trabajo, y en la escuela esto se ve reforzado incluso por los maestros. Pacheco dice que en el ámbito laboral, en este proceso de territorialización de una parte de su vida, sucede el aprendizaje de valores de solidaridad, compañerismo y capacidad de resiliencia. Pacheco es el coordinador de la investigación “Territorialización y conquistas evolutivas de los niños lustrabotas en el centro de la ciudad de La Paz: una visión integral”.