(ANS – Goma – El Congo) – La situación humanitaria del norte de Norte Kivu se ha deteriorado gravemente en los últimos meses, a raíz de los nuevos enfrentamientos militares. En este contexto el Centro Don Bosco de Goma-Ngangi se hizo disponible para recibir a los niños, que una vez más son los primeros en pagar las consecuencias de la violencia.
En los últimos meses se reiniciaron los enfrentamientos armados en la región congolés del Norte Kivu, principalmente entre las Fuerzas armadas de la República Democrática de Congo y las milicias del Congreso Nacional para la defensa del Pueblo (CNDP) comandada por el general Bosco Ntaganda – para quien la Corte Penal ha expedido un mandato de arresto por crímenes contra la humanidad.
El enfrentamiento es de interés internacional: las milicias del CNPD están fuera del rango del ejército regular en el cual estaban incorporados después de los acuerdos del 2009, el problema no ha terminado como un fenómeno de deserción de masa; más bien se refiere al control de la riquísima región del Norte Kivu, en el cual interfieren también militares y milicias de Ruanda y Uganda.
De los territorios de conflicto la gente ha huido: hacia la ciudad de Goma (20.000 personas registradas desde el 29 de abril), hacia Ruanda (más de 8.000 refugiados a partir del 27 de abril) y a Uganda (30.000 refugiados en el mes de mayo).
La Maison Ushindi, del Centro Don Bosco de Goma, ha recibido 9 niños (desde los 4 meses a 3 años), de ellos 7 desnutridos provenientes del campo de prófugos de Mugunga I situado en la periferia de Goma. En la Maison Ushindi estaban ya otros 70 niños y por eso se ha hecho urgente organizar los turnos educativos y la vida cotidiana a de la casa.
Para hacer frente a las necesidades de los nuevos, los responsables del centro están buscando la colaboración de las asociaciones y ONG para poder darles alimento, leche y medicinas y dar una ayuda con personal.
En el Centro Don Bosco Ngangi, junto a los Salesianos y a los colaboradores laicos del Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), trabaja también un equipo experto de nutricionistas y enfermería. El trabajo con los niños gravemente desnutridos llegados al Centro exigen asistencia médica y psicológica continua. Las curación médica y afectiva a cargo de las educadoras buscan hacer menos dolorosa la situación pero no resulta nada fácil.
Los Voluntarios del VIS actualmente se ocupan de coordinar las actividades y evaluación en el campo de prófugos de Mugunga I y dar solución a los niños desnutridos y ex-soldados en el centro salesiano.