(ANS – Roma) – El análisis de la condición juvenil del Viejo Continente, a través del Proyecto Europa, en el mes de julio se detienen en Irlanda. Un país de fuerte tradición católica, que atraviesa un momento de profunda transformación.
Los salesianos – presentes ya en la segunda década del 1900 – festejan este año los 40 años de la Institución; un arco de tiempo – como manifiesta el padre Patrick Hennessy, Vicario Inspectorial, en el documento de la sesión Service elaborado por él – en que la realidad social irlandés se ha transformado totalmente y junto con ella también las relaciones de la población, y de los jóvenes especialmente, con la fe, la iglesia católica y las instituciones religiosas.
Y si tal cambio, como tradicionalmente sucede, genera una perdida inicial, esa es, seguramente, la mejor ocasión para volver a vivir con radicalidad el mensaje evangélico.
El carisma salesiano, a través de su opción preferencial hacia los jóvenes más necesitados, ha sabido dar en el pasado un testimonio creíble. Una prueba en ese sentido es la gratitud que hoy manifiesta a los salesianos irlandeses Mark O’Callaghan, empresario de éxito, protagonista de una de las noticias de hoy.
Aquello que necesitan los salesianos hoy, como afirma el padre Hennessy, son solo “pocas re-adaptaciones y re-expresiones” que los hagan volver a ser plenamente comprendidos por los jóvenes y las futuras generaciones.