MADRID (ACI/Europa Press).- Un total de 350 millones de cristianos son perseguidos o sufren discriminación en 90 países, de los que 200 millones son objeto de alguna forma de persecución y 150 millones más viven en países donde se sufre discriminación, según ha indicado el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) en España, Javier Menéndez Ros.
En este sentido, ha apuntado que el perfil del cristiano perseguido es “muy variado” pero que en países mayoritariamente islámicos o donde representan un 0,1 ó un 0,2 por ciento del total, se trata de “un cristiano que vive de una forma alegre su fe, a escondidas a veces, en dificultades, pero con un inmenso amor a sus hermanos de otras religiones”.
Así lo ha indicado durante la presentación del informe ‘Libertad religiosa en el mundo’ correspondiente a 2011 y 2012. Además, en un vídeo emitido con motivo de la presentación del estudio, se especifica que los cristianos suponen un 75 por ciento del total de los 466 millones de creyentes perseguidos o discriminados en todo el mundo y se destaca que, entre el año 2003 y el 2010, los ataques terroristas contra los cristianos aumentaron “un 309 por cien”.
Concretamente, Menéndez Ros ha apuntado que la libertad religiosa, lejos de mejorar en estos últimos dos años, no ha hecho sino aumentar, y ha destacado el caso de países como Libia, Egipto o Túnez donde gozaban de “una cierta estabilidad política y una cierta protección de las minorías”, pero en los que, a raíz de la Primavera Árabe, la situación de inseguridad pública ha llevado a que muchos cristianos, como los coptos en Egipto hayan tenido que huir.
Además, ha indicado que en Libia, una de las primeras declaraciones del nuevo gobierno fue la instauración de la Ley Islámica “en su forma más radical que afecta a los derechos fundamentales de expresar públicamente el credo y de convertirse a religiones distintas al Islam”.
Sobre Siria, el responsable de comunicación de AIN, Javier Fariñas, ha indicado que hay que ser “muy prudentes” porque lleva mucho tiempo con “vaivenes” que hacen que el futuro del país sea “incierto”, pero lo que sí ha afirmado es que la Primavera Árabe ha supuesto el final de regímenes políticos muy concretos pero esa caída “no ha supuesto la llegada de una libertad sobre todo para las minorías”.
Asimismo, Menéndez Ros ha denunciado la Ley de Blasfemia en Pakistán y ha enumerado algunos países africanos que están sufriendo una “radicalización en la expresión de su islamismo” como Kenia, con ataques contra sus iglesias protestantes y católicas; Mali, que se está convirtiendo, según ha señalado, en un “nido de formación terrorista que nutre de yihaidistas a África, Oriente Medio y Asia”; o Nigeria, donde están atacando no solo a cristianos con atentados a iglesias y asesinatos sino también a los propios musulmanes.
Igualmente, ha puesto de manifiesto la falta de respeto a la libertad en general y a la religiosa en particular en China donde, según apunta el informe, ha aumentado la presión a los obispos para que asistan a los actos de la iglesia oficial patriótica.
España: violación a los sentimientos religiosos
En Europa y concretamente en España, aunque ha advertido de que la situación no se puede comparar porque existe libertad religiosa, Menéndez Ros ha apuntado que el respeto a los símbolos y sentimientos religiosos “está siendo violado sistemáticamente” a través de manifestaciones como películas o exposiciones fotográficas que, según ha precisado, “en teoría defienden la libertad de expresión pero en la práctica atacan los principios cristianos, creencias y sensibilidades más básicas”.
Para el director de AIN en España, esta situación es “preocupante” junto al hecho de que “cada vez haya una mayor discriminación de la presencia de los cristianos en el orden público” provocando una marginación “bastante notable”.
En esta línea, se ha referido a las caricaturas sobre Mahoma que rechazan “profundamente” así como “cualquier ofensa a cualquier religión y cualquiera de sus símbolos”. “No vamos a responder con bombas pero sí pedimos ese respeto”, ha subrayado.
No obstante, ha destacado que, a pesar de que en Europa ha crecido el “laicismo más agresivo”, también ha aumentado la “concienciación” sobre la persecución y discriminación religiosa por parte del Parlamento Europeo gracias a la influencia de grupos católicos e incluso en el propio Parlamento español.
Sin embargo, ha pedido que no se queden en “meras declaraciones” sino que estas vayan acompañadas de medidas políticas y sanciones diplomáticas y económicas a aquellos países que no respeten la libertad religiosa.