(ANS – Macas) – La beatificación de la sor María Troncatti, presidida por el card. mons. Ángelo Amato sdb, Prefecto para la Congregación de los Santos, fue un derroche de alegría y entusiasmo que ha visto reunidos en Macas a miles de personas, religiosos, religiosas y laicos, obispos y autoridades civiles, Shuar, ecuatorianos y muchas personas provenientes de países vecinos de América Latina.
Asistió, junto con las Inspectoras y los Inspectores de América Latina, Madre Yvonne Reungoat, acompañada por sor Silvia Boullosa, sor Marija Pece y sor Piera Cavaglià, en representación del Consejo General. La celebración contó con la presencia también de don Adriano Bregolin, Vicario del Rector Mayor. Muchos jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano, laicos y representantes de los grupos de la Familia Salesiana.
Mons. Néstor Montesdeoca Becerra, obispo del Vicariato Apostólico de Méndez, leyó – según el rito – la solicitud de inscribir a sor Troncatti en la lista de los Beatos; don Pier Luigi Cameroni, Postulador de la Causa de los Santos de la Familia Salesiana, trazó un perfil biográfico de la nueva beata, haciendo hincapié en las cualidades y virtudes.
Al declarar oficialmente beata a sor Maria Troncatti, el card. Amato señaló el 25 de noviembre como fecha para la conmemoración litúrgica.
Madre Reungoat y una de las sobrinas de sor Troncatti descubrieron el gran cuadro con el retrato de la nueva beata, mientras la señora Yolanda Josefa Solórzano Pica, beneficiaria del milagro, trajo una reliquia al altar.
Mons. Amato mostró de sor Troncatti su ofrecimiento para que se reunieran las divisiones entre los colonos y los Shuar y la dedicación para hacer obras de misericordia, dando de comer a los hambrientos, de beber a los sedientos, curando a los enfermos, visitando a los que estaban en dificultad. El Prefecto para la Congregación de los Santos, señalando cómo la santidad sigue floreciendo en América Latina, dijo que espera que la beatificación de sor Troncatti confirme a las Hijas de María Auxiliadora en el entregarse por entero a la educación de los jóvenes, de los más pequeños y los más necesitados.
Madre Reungoat, al final de la celebración, dirigió unas palabras de agradecimiento evidenciando algunas particularidades de sor Troncatti. “La nueva evangelización en la que hoy está empeñada toda la Iglesia encuentra en la hermana María un testimonio excepcional. […] La beatificación de una de nuestras hermanas en el Año de la Fe adquiere un significado simbólico particular. El testimonio de la caridad vivida por sor Troncatti era en realidad sostenida por la fe y la esperanza”. Recordando la actualidad agregó: “Testimonio de la caridad de Cristo, la hermana María nos anima a mirar hacia el futuro con esperanza, a no ceder a la tentación de dejar nuestro puesto, nuestra misión, por difícil que pueda parecer en el momento”.
“Los muchos jóvenes presentes son el signo de que la hermana María Troncatti todavía está viva, ella nos habla hoy como hablaba con los que vivían con ella hace cincuenta años. La Iglesia está viva, joven y abierta al futuro “.
La celebración fue seguida a través de diversos canales de comunicación: radio, televisión y por streaming directamente desde el sitio de la inspectoría, donde los contactos han superado el millar.