Hasta medio millón de manifestantes en Washington pidieron la abolición del aborto en el aniversario de los 40 años de la sentencia Roe vs. Wade que liberalizó esta práctica en el país, legalizando así la eliminación de 55 millones de seres humanos en su etapa prenatal, “el equivalente a todos las personas que viven en Francia o en Italia”, como recordó el cardenal O’Malley de Boston en la misa celebrada la víspera antes.
Se trata de la mayor manifestación contra el aborto hasta la fecha en Estados Unidos, y hasta un medio izquierdista como The Huffington Post habla de 400.000 participantes, aunque sin mostrar imágenes de la multitud.
Misa previa con 5 cardenales
Los actos preparatorios también fueron multitudinarios. En la misa en la vigilia en la Basílica de la Inmaculada Concepción participaron 5 cardenales, otros 42 obispos, 400 sacerdotes, 80 diáconos, 520 seminaristas y 13.000 fieles. (Aquí, fotos de esta eucaristía).
El celebrante, el cardenal O’Malley, de Boston, responsable de la lucha pro-vida en el episcopado católico, insistió en que “el aborto no es un mal necesario, sólo un mal” y profetizó que “el próximo asalto contra el Evangelio de la Vida vendrá de los que impulsan el suicidio asistido y la eutanasia; la sociedad que permite a los padres matar a sus hijos permitirá a los hijos matar a sus padres”.
A lo largo del día y la noche previos se sucedieron misas y actos de oración en los que fueron participando hasta 30.000 personas. Entre ellos: un Rosario Nacional por la Vida, oración nocturna según el rito bizantino y adoración toda la noche.
Rally juvenil
A las 7 de la mañana, 30.000 jóvenes católicos que habían soportado largas horas en autobús y quizá también en oración nocturna entraron en el Verizon Center y el Maryland Comcast Center para iniciar varias horas de “rally”, una actividad agotadora que incluye muchos cantos, bailes, escuchar con atención testimonios pro-vida y luego una intensa eucaristía, que en el Comcast Center presidió el cardenal DiNardo de Houston y en el Verizon Center el cardenal anfitrión, Donald Wuerl, de Washington, con el cardenal Dolan, de Nueva York, 16 obispos madrugadores más y 100 sacerdotes. (Vea aquí un Flickr de fotos del rally de jóvenes católicos).
A continuación llegó la Marcha propiamente dicha: temperaturas gélidas y viento helado que incluyó algo de nieve al acabar el agotador día.
Las multitudes incluían las pancartas de las distintas comunidades religiosas (“Anglicans for Life”; “Lutherans for Life”), de congregaciones, de asociaciones pro-vida (como la no religiosa “Secular pro-life”) y todo tipo de eslóganes. Muchos obispos marcharon con sus seminaristas o peregrinos diocesanos.
En el Flickr de fotos de Lifesite (véalas aquí) se recoge bien el ambiente.
Los asistentes son cada vez más jóvenes y más numerosos, porque los institutos y universidades, sean católicas o no, tienden a generar potentes asociaciones juveniles pro-vida que toman esta Marcha por la Vida como una peregrinación anual ineludible.
Las primeras imágenes en YouTube son de Al-Jazeera: “son jóvenes, son ruidosos y están orgullosos”, dice la periodista.