(ANS – Carchá) – El 31 de enero del 2013 fue una jornada histórica para la misión salesiana en Carchá, Guatemala. Con el nombre “Misioneros de Cristo Buen Pastor” la agrupación religiosa masculina recibió el reconocimiento canónico como congregación religiosa diocesana bajo la autoridad del obispo local. En este proceso de formalización canónica, la naciente congregación cuenta con cuatro profesos perpetuos, siete con votos temporales, cuatro novicios y 39 prenovicios.
Desde hace 25 años se había constituido este grupo de jóvenes bajo el impulso animador del salesiano don Antonio De Groot. Don De Groot, originario de Australia, llegó a la misión de Carchá en 1975 donde emprendió un camino para estimular el crecimiento humano y cristiano de los jóvenes a través de la educación.
En sus inicios, el proyecto educativo contó con un reducido grupo de jóvenes. La iniciativa prosperó, y pronto eran muchos los jóvenes que deseaban unirse. Actualmente el proyecto educativo cuenta con tres grandes internados en diferentes poblaciones: Carchá, Raxruhá y Chamelco. En conjunto, albergan a 1.600 jóvenes indígenas, la mayoría de la etnia Qeqchí.
Para garantizar la eficacia y continuidad del proyecto, invitó a jóvenes de dichos centros a unirse en un grupo religioso. Cuando el pequeño grupo de miembros comenzó a adquirir consistencia numérica e identidad espiritual, se definieron los estatutos, constituciones y reglamentos. Así se fueron gestando los “Misioneros de Cristo Buen Pastor”, que ahora es una congregación religiosa diocesana con la espiritualidad salesiana.
La histórica celebración tuvo como evento central una solemne eucaristía al aire libre presidida por el obispo local, mons. Rodolfo Valenzuela, acompañado por varios sacerdotes salesianos y diocesanos. Presentes en la Eucaristía cerca de 1.600 alumnos de los tres centros más numerosos. Pese a una llovizna persistente, la ceremonia religiosa conservó la solemnidad propia de la piedad indígena.
La oferta educativa de este enorme proyecto llamado Centro Don Bosco se centra en estudios básicos y de bachillerato con acento en la educación en habilidades técnicas necesarias en el lugar. El programa propone un exigente acento en el trabajo y el estudio. Además, los jóvenes estudiantes internos hacen prácticas de pastoral en 42 aldeas cercanas para animar a sus coetáneos a cultivarse humana y cristianamente.
El Centro Don Bosco es la versión masculina de otro proyecto educativo paralelo para las jóvenes indígenas, llamado Talita Kumi, nacido bajo la inspiración de don Jorge Puthenpura, salesiano llegado de la India, y animado por la congregación religiosa femenina diocesana Hermanas de la Resurrección.
Estas dos obras educativas son parte de un trabajo misionero mayor desarrollado por la comunidad misionera salesiana formada por nueve misioneros que trabajan en conjunto con diversos grupos de la familia salesiana.