(ANS – Roma) – El 17 de febrero, el Rector Mayor, Don Pascual Chávez, dio a los salesianos de la Casa Generalicia, el pensamiento de las “Buenas Noches”. Fue un momento muy especial, durante uno de los últimos encuentros comunitarios entre Don Chávez, como Rector Mayor y los demás miembros de la casa.
Inicialmente el Rector Mayor recordó la figura de Don Juan Edmundo Vecchi, bajo cuyo rectorado Don Chávez ocupó el cargo de Consejero Regional para Interamérica; recordó así cómo para Don Vecchi la comunidad fraterna era un gran reto, y cómo en las comunidades el Director debe ser como imaginaba Don Bosco: un padre que guía y forma a los salesianos.
Hoy la realidad salesiana se compone de muchísimas presencias, pero el número de salesianos en general disminuye. Esto implica que a menudo las comunidades están formadas por un número reducido de hermanos y constituye un reto en el que la calidad de la vida salesiana de la comunidad debe ser muy alta. Solo de esa manera, señaló el Rector Mayor, se puede dar un testimonio de vida eficaz a los jóvenes. “Don Vecchi estaba convencido de que la congregación se podría renovar profundamente solo si se cambiara la vida de comunidad. Hoy, después de 12 años, yo diría que el gran reto es la comunidad”.
Como segundo gran reto para la Congregación Don Chávez indicó el retorno a los jóvenes. El Rector Mayor ha señalado que en la actualidad la Congregación Salesiana ya está involucrada en muchas obras dirigidas a ellos: escuelas, centros de formación, oratorios… pero no es suficiente. Recordando el llamamiento del Papa Francisco a salir en misión, a ir fuera, Don Chávez dijo: “Si nos conformamos con los miles de jóvenes que asisten a nuestras obras, y pensamos que conocemos los jóvenes por ello, nos equivocamos. El gran reto es cómo llegar a los que están fuera, cómo llegar a ellos realmente, cómo entender su cultura, su lenguaje, sus necesidades, sus expectativas. De lo contrario, permaneceremos encerrados en nuestras obras, muriendo de asfixia… Por esto, también debemos estar presentes en el continente digital”.
Como tercer elemento de reflexión el Rector Mayor propuso el tema de la formación salesiana. Reconoció cómo en esta fase histórica la formación debe ser repensada. En el pasado, los Salesianos vivían su vocación en comunidades muy estructuradas, que permitían un ágil paso de la vida religiosa salesiana de los hermanos mayores a los más jóvenes. Hoy, sin embargo, tenemos que centrarnos en una formación muy sólida; cada salesiano debe cuidar profundamente de corazón su propia vocación, trabajando personalmente, a veces en solitario, en su relación con Dios. “Pienso que lo que sigue siendo un gran desafío para nosotros es la Gracia de la Unidad. Lo que dicen nuestras Constituciones en el art. 11: Somos ‘contemplativos en la acción’, y lo que dice el art. 21 de las Constituciones cuando presenta a Don Bosco con una gracia de la unidad entre la naturaleza y la gracia”.
En conclusión, el Rector Mayor agradeció a la comunidad de la Casa Generalicia por haberlo acompañado fielmente en la responsabilidad del servicio de Rector Mayor a lo largo de los últimos 12 años y expresó su satisfacción: “Dejo una Congregación en buen estado de salud”.