(ANS – Roma) –Terminada la semana de las elecciones y después de asistir a la audiencia papal, se puede decir que los Capitulares, con la jornada del miércoles 2 de abril vuelven al trabajo ordinario, con el ritmo de los días marcados por la alternancia de trabajo de las comisiones y la asamblea.
El grupo de redacción, presidido por el P. Esteban Ortiz y con el relator P. Giuseppe Ruta, sigue recogiendo las muchas solicitudes e integraciones por parte de diversos Capitulares, muchos de los cuales intervienen en asamblea, mientras otros envían directamente en línea sus contribuciones.
Se discute sobre los contenidos, pero no menos sobre la forma del texto que será aprobado a finales del CG27 y que está destinado a todos los hermanos: se busca individuar un punto de llegada único, así como se busca la convergencia sobre la propuesta de algunos procesos y pasos a indicar de manera unificada para facilitar sucesivamente la recepción en el ámbito local, tanto individual como comunitaria.
Las votaciones sondeo confirman estas directrices, así como se expresó un parecer favorable, para que en la introducción al documento sea presentado una icona bíblica y esta sea del Evangelio de Juan, la vid y los sarmientos (15, 1-11).
A los Capitulares, después de su lectura en asamblea, fue entregado el texto de la primera parte del documento final (Escucha), en vista de una votación yuxta modum, en tanto que ya se ha sometido varias veces al debate y la discusión en el aula, así como a estudio y adiciones en las comisiones.
También la Comisión Jurídica continúa su trabajo y ha llevado a valoración de la Asamblea la verificación de la Visita Extraordinaria – prevista por los Reglamentos y también por el Código de Derecho Canónico – y sobre la Visita de Conjunto, programada desde hace años como un instrumento de animación.
La verificación se centró en las modalidadades de ejercicio de estas visitas y las votaciones sondeo dieron un resultado positivo: entonces se le dio espacio al debate de la asamblea.
La Comisión Jurídica también ha propuesto “establecer una Comisión Económica, integrada por miembros salesianos y profesionales no salesianos, no residentes, que colaboren regularmente con el Ecónomo General”.