Desde el lunes 19 y hasta el viernes 23 se realizará en Lima la 105ª Asamblea Plenaria de los Obispos del Perú, quienes representan a 45 jurisdicciones eclesiásticas.
Es así que luego de una semana de retiro y recogimiento, los miembros del episcopado amplían la convivencia con el fin de abordar una agenda recargada, la cual viene despertando expectativa entre fieles y la opinión pública.
Son 45 obispos los que acudirán a esta Asamblea de principios de año, entre quienes estarán tres consagrados en los últimos meses: del obispado de Chiclayo (Agustino) y de los Vicariatos apostólicos de San Francisco Javier de Jaén (Jesuita) y de Puerto Maldonado (Dominico). Habrá una recomposición desde la última Asamblea con los nuevos ordinarios del Arzobispado del Cusco (Diocesano), del Obispado Castrense (Misionero del Sagrado Corazón), así como del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas (Claretiano).
Sobre la conducción de las diócesis, un tema de agenda impostergable para los participantes será la situación de las sedes vacantes de Tarma y de Caravelí, por traslado de sus titulares al Cusco y al Obispado Castrense, respectivamente. A esto hay que sumar que otros dos obispos ya alcanzaron el límite de edad y cuya renuncia podría ser aceptada por el papa Francisco en cualquier momento.
La familia en la agenda
Durante los cinco días de trabajo, que se inaugurarán con una misa concelebrada y pública el mismo lunes por la mañana, los asistentes responderán a un cuestionario que debe llevar el obispo delegado a la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos que llevará por título “Visión y misión del matrimonio”, a realizarse en Roma durante el mes de octubre próximo.
En referencia a este asunto, el actual presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), monseñor Salvador Piñeiro, ya se pronunció a una revista local en el sentido de que los temas contemporáneos de la familia “debemos seguir estudiándolos” y recordó que “ninguna familia debe sentirse abandonada por la Iglesia”.
“La Iglesia aún va a seguir estudiando las uniones que se puedan generar entre parejas que tuvieron un fracaso matrimonial, y que están dispuestas a rehacer su vida”, manifestó el también Arzobispo de Ayacucho y delegado por la CEP al Sínodo extraordinario de obispos del pasado mes de octubre en Roma.
Un mensaje urgente
Aunque son varios los informes y aspectos que se abordan en una reunión de este tipo, donde cada uno de los altos prelados trae a la mesa sus preocupaciones y propuestas, trascendió que se hará público un mensaje al país, en el cual se abordará la problemática de la violencia en las ciudades, así como la corrupción que han alcanzado los núcleos de poder sobre todo en las regiones y provincias del país.
De lo que se trataría es de aprobar un borrador que ha venido siendo trabajado en las últimas semanas por un grupo de expertos junto a obispos delegados. El mensaje o comunicado presentaría un panorama sobre la falta de seguridad ciudadana y la espiral de violencia indetenible en las ciudades; así como una advertencia sobre el altísimo nivel de corrupción en los gobiernos locales, que ha llevado a la cárcel a autoridades regionales y municipales durante el pleno ejercicio del poder.
La voz de los obispos era reclamada por varios sectores de la opinión pública, sobre todo ante las recientes cifras reveladas por la encuestadora Ipsos en un estudio de alcance nacional, donde se indica que entre los que desaprueban la gestión del actual gobierno del presidente Ollanta Humala, el 47% reclama que existe corrupción en el gobierno y hay un 43% que señala a la delincuencia (inseguridad ciudadana), como un mal sin resolver por parte de las autoridades.
Nuevas responsabilidades
La Asamblea de los obispos tendrá también como tarea elegir a nuevas autoridades para el periodo 2015-2018. Esta elección incluye al Presidente y a los Vice Presidentes, así como a los presidentes de las ocho Comisiones episcopales que agrupan a diferentes secciones pastorales.
A estos se suman el presidente del Consejo Económico, los tres miembros de las regiones: Costa, Sierra y Selva para el Consejo Permanente, así como a tres miembros integrantes más del Consejo Permanente.
Otros cargos que entrarán a la balota son el delegado titular y el suplente ante el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y los delegados y sustitutos al Sínodo de los Obispos.
Fuente: Aleteia