(ANS – Ciudad del Vaticano) – En la audiencia concedida a la Comunidad del Pontificio Colegio San Josafat de Ucrania el día 9 de noviembre, en ocasión del 85° aniversario de la construcción de la sede del Colegio de Ucrania en la colina del “Gianicolo”, por voluntad del Papa Pío XI; el Papa Francisco recordó con afecto y gratitud al Obispo salesiano Stefano Czmil.
“Y no terminaría este encuentro sin recordar a una persona que lo hizo tan bien cuando estaba en la última clase de primaria en 1949. ¡La mayoría de ustedes no nacieron! Es el Padre Stefano Czmil, consagrado obispo secretamente en Roma por el entonces Arzobispo Mayor. Él celebró la Misa en aquel lugar. No había una comunidad ucraniana cercana, pero él tenía algunos que lo ayudaron. Yo he aprendido a asistir a la Santa Misa con el rito ucraniano. Él me enseñó todo. Dos veces a la semana me tocaba ayudarlo. Me ha hecho mucho bien, porque aquel hombre hablaba de persecuciones, de sufrimientos, de las ideologías que perseguían a los cristianos. Después me enseñó a abrirme a una liturgia diferente, que siempre conservo en el corazón por su belleza. El arzobispo Mons. Svjatoslav Shevchuk, cuando estaba en Buenos Aires, había pedido testimonios para abrir el proceso de canonización de este obispo ordenado en la clandestinidad. Quería recordárselos hoy, porque es justo agradecerle delante de ustedes, el bien que me hizo. Gracias”.
Mons. Czmil, nació en 1914 en Sudova Vyshnia, Ucrania. Dejó su país en 1932 debido a las dificultades religiosas y políticas. Fue aspirante salesiano en Ivrea y finalizando la primera parte de sus estudios, realizó el noviciado en Villa Moglia, Chieri. Sus primeros votos fueron emitidos el año 1936. Culminado la formación teológica en Roma, fue ordenado sacerdote en 1945. Partió como misionero para la Argentina, recibiendo el encargo de ocuparse de los refugiados y los emigrantes ucranianos en Ramos Mejía. De regresó a Italia, fue Director del Pontificio Seminario menor para los muchachos ucranianos de la diáspora, desde el año 1961 hasta 1967 y desde 1976 hasta su muerte en 1978.
Aproximadamente dos décadas después de su muerte, el Santo Padre San Juan Pablo II recibió a Mons. Stepan Czmil en el colegio de los obispos y reconoció la validez de la consagración realizada en secreto el 4 de abril de 1977.
“Mons. Stepan era tan santo que su santidad no se dejaba notar, pues era una santidad que nos residía en él y que irradiaba a quienes se le acercaban y entraban en contacto con él”, testificó el Cardenal Lubomir Husar (1933-2017), entonces Arzobispo de Kiev.