Con ocasión del Sínodo de los Obispos sobre la región Panamazónica, todavía en curso en el Vaticano, y con motivo del Mes Misionero Extraordinario, los Salesianos de Alemania recuerdan al P. Rudolf Lunkenbein, SDB, quien, como misionero activo en Mato Grosso, Brasil, se comprometió a dar su vida por los derechos de los indígenas bororo. Él y el indígena Simão Bororo fueron asesinados por terratenientes blancos en 1976.
Después de más de 40 años, los salesianos alemanes subrayan la extrema actualidad de su compromiso y por eso han divulgado una nueva publicación sobre la vida y la obra del Padre Lunkenbein, titulada: “Er lebte, was er predigte. P. Rudolf Lunkenbein SDB: Ermordet – für die Rechte dei Indianer” (Vivió lo que predicaba. Don Rudolf Lunkenbein SDB: Asesinado por los derechos de los indígenas).
“El P. Lunkenbein nos anima a ser auténticos y apasionados evangelizadores. El compromiso con la paz, la justicia y la preservación de la Creación son hoy indispensables”, comentó el Inspector de Alemania, P. Reinhard Gesing, SDB.
El autor de la publicación es el P. Josef Grünner, SDB, Responsable de la Procura Misionera salesiana en Bonn, quien habla del Siervo de Dios de la siguiente manera: “El P. Lunkenbein representa de manera extraordinaria un nuevo tipo de misionero, totalmente en línea con el Concilio Vaticano II y con una profunda comprensión, de acuerdo con el espíritu del Concilio Vaticano II, de la misión mundial y de la evangelización. Ciertamente compartirá las insistentes exhortaciones del Papa Francisco contenidas en el Laudato Si’ y nos invita a todos a comprometernos con el máximo empeño en el cuidado de ‘nuestra casa común’”.
El testimonio de Lunkenbein sigue siendo muy relevante hoy en día, dada la situación actual en la Región Amazónica, donde la perseverante destrucción de la selva, debido a intereses económicos, amenaza las bases para la simple supervivencia de los pueblos indígenas. Los ecologistas, los pueblos indígenas y sus aliados a menudo siguen pagando con sus vidas por su compromiso con los derechos de los pueblos indígenas, como le ocurrió al P. Lunkenbein hace más de 40 años.
Fuente: Agenzia Info Salesiana
