En el Centro de formación profesional Don Bosco de Palabek, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, UNHCR, presentó oficialmente el proyecto “Mascarillas faciales a los refugiados y para las comunidades que los reciben”. La Ministra del Gabinete responsable de los refugiados, Hillary Onek, declaró: “El Don Bosco Palabek fue pionero en la producción de mascarillas faciales siendo muy innovador, no solamente en el campo de refugiados de Palabek, pero también todo el norte de Uganda y en todo el país”.
La idea fue retomada también por Charles Uma, director administrativo del distrito de Lamwo, que declaró: “Cuando el 18 de marzo de 2020 fue declarada la cuarentena en Uganda, recibí desde Palabek un generoso número de mascarillas para ser usadas”.
A pesar de los recursos muy limitados existentes en Palabek, se inició la producción de mascarillas y fueron distribuidas gratuitamente a los refugiados y a todos los operadores de la comunidad.
La responsable regional de la UNHCR, Felicitas Nebril, afirmó además que “esta actividad es el mejor ejemplo que tenemos de los refugiados involucrados en actividades socioeconómicas. En Palabek se contribuyó con el bienestar de los refugiados y de las comunidades locales. Ustedes se volvieron de hecho, modelos también para la comunidad que los hospeda”.
También animó a los refugiados a que usen las mascarillas con regularidad para lograr el ‘cero covid’ en el campo de refugiados. Hasta el día de hoy un grupo de unas 20 muchachas han producido al menos 10 mil mascarillas de diversas formas y dimensiones y seguirán con la producción y distribución gratuita.
Hillay Onek en sus palabras añadió: “Los ojos de los misioneros de Don Bosco fueron agudos al ver las necesidades y los desafíos de la gente. Cuando el gobierno no pudo proporcionar financiamiento para las mascarillas y para los refugiados, ustedes los misioneros iniciaron la producción. Al hacerlo en nuestro distrito y en este nuevo Centro de formación, nos han vuelto orgullosos”.
He agradecido a los salesianos por haber traído este Centro de formación profesional a este rincón alejado del país, un lugar que fue descuidado durante varias décadas. “Al hacer crecer a los jóvenes bien preparados, sean refugiados que locales, traerán paz y armonía en toda la zona”, concluyó.
Durante este período de aislamiento, los salesianos que viven y trabajan en Palabek se han empeñado en numerosas actividades para combatir el Covid-19 y por ello agradecieron al Don Bosco Jugendhilfe Weltweit, socio principal, así como a todos los otros patrocinadores locales, a la Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo, a CESVI, Trocaire, AVSI y LWF por el apoyo y el material logístico.
Lazar Arasu SDB
Fuente: Agenzia Info Salesiana