¡¡Posición!! ¿Dónde está? ¿Cómo llegar allá?
Hoy en día todos nos hacemos estas preguntas. Todos estamos familiarizados con el GPS y Google Maps, o con aplicaciones como Weizer, Glympse y otras que nos ayudan a encontrar nuestro camino en casi cualquier lugar.
¿Cuál es el punto central de estas aplicaciones? Nos permite compartir rápida y fácilmente nuestras ubicaciones GPS con amigos y colegas.
¿Qué hay detrás del diseño, la lógica digital y la conexión de todas estas aplicaciones? Está el concepto de geografía. En particular, el llamado sistema de información geográfica (GIS, según la abreviatura inglesa). GIS es una estructura que nos permite capturar y analizar datos espaciales y geográficos. Utilizando herramientas informáticas podemos, por ejemplo, realizar búsquedas, almacenar y modificar datos espaciales y no espaciales, optimizar y compartir información en formato de mapa.
Este artículo no pretende profundizar en conceptos tan complejos. Pero podemos hacer que este ejemplo de tecnología GPS, un poco más adelante en este artículo, se relacione a cómo podríamos aplicar las ideas de Don Bosco en la comunicación.
Por ahora, enfoquemos toda nuestra atención en esta palabra: MAPA. Los mapas se refieren a la geografía y esto es lo que más nos interesa de este artículo.
La idea central que me gustaría enfatizar, tomando como ejemplo la tecnología GPS, es que la geografía es lo que se esconde detrás de la tecnología, los sistemas y los satélites digitales.
Tomemos tres palabras de estos complejos conceptos: geografía, mapas y datos espaciales. Los mapas proporcionan una estructura para proyectar y construir sistemas informáticos y analizar datos. ¡La geografía realmente cuenta con tecnología digital y virtual!
Ahora podemos pasar a Don Bosco.
Para empezar, para aplicar los conceptos de cartografía y geografía a la visión de la comunicación de Don Bosco, debemos plantearnos dos preguntas esenciales: ¿Don Bosco estaba interesado en la geografía? Y si es así, ¿qué influencia ha tenido la geografía en la comprensión de la comunicación de Don Bosco?
En uno de los pasajes de las MEMORIAS BIOGRÁFICAS de Don Bosco, su biógrafo nos dice que:
“La competencia de Don Bosco en geografía ayudó a asegurar una posición espléndida a un niño del Oratorio llamado Marchisio. En julio de 1863, el Departamento de Comunicaciones publicó un nuevo mapa postal de Italia, ocho mapas de las provincias italianas y un calendario de cobros y entregas de correo desarrollado pacientemente por Marchisio a lo largo de varios años. Don Bosco le aconsejó emprender este proyecto y le animó a llevarlo a cabo. Marchisio venía a menudo al Oratorio para trabajar bajo la dirección de Don Bosco. Más tarde fue nombrado director de correos de la propia Roma”. (Memorias biográficas, edición en inglés, por E. Ceria y J.B. Lemoyne)
Sorprendentemente, este pasaje revela tres datos importantes sobre Don Bosco y su interés por la geografía. Primero, Don Bosco tenía conocimientos de geografía; segundo, conocía a Marchisio, un experto en cartografía de Turín y tercero, Don Bosco apoyó a Marchisio en la elaboración de mapas.
En cuanto a la primera información: Don Bosco conocía algunas nociones de geografía. Estaba interesado en eso. Podemos buscar otra información.
Según las MEMORIAS BIOGRÁFICAS, en una tarde de 1883, Don Filippo Rinaldi entró en la oficina de Don Bosco en Turín para una conversación informal y se sorprendió al ver a Don Bosco con un mapamundi sobre su escritorio y la mirada perdida en la lejana inmensidad de los lugares del globo, mientras con una mano acariciaba el mapa de Brasil.
Don Giulio Barberis, autor de las crónicas de Don Bosco, testificó el interés del santo por los mapas.
“Tomamos dos mapas, uno de la Patagonia y el otro de América del Sur. Don Bosco y yo comenzamos a estudiar en detalle la geografía de la Patagonia. Pasamos mucho tiempo estudiando sus características, los golfos, el Estrecho de Magallanes y el perfil de las islas”. (ASC A001 – Cronichette – Barberis G., citado por Lenti, Vol. 3, p. 226).
¡Don Bosco tenía un gran interés por la geografía! Claramente, esta perspectiva de la geografía estuvo motivada sobre todo por su atención a la espiritualidad, la educación, la expansión de la Congregación Salesiana y las Misiones. Por tanto, su interés por la geografía y los mapas debe incluirse en el cuadro completo de su misión: “da mihi animas caetere tolle!”.
Sin embargo, para la finalidad de este artículo, continuemos considerando esta idea desde el punto de vista de la comunicación. Podríamos decir que lo que se esconde detrás de su interés por la geografía es sin duda lo que llamamos imaginación espacial.
Cuando hablamos de imaginación espacial, no estamos tocando solo los aspectos técnicos de la geometría de la geografía, no solo el dibujo de mapas. Estamos diciendo mucho más. Estamos diciendo que el punto fundamental para comprender la imaginación geográfica de Don Bosco es que era inherente a su inteligencia cognitiva/afectiva y que era una expresión de su creatividad e imaginación interior.
La imaginación espacial de Don Bosco está arraigada en su imaginación creadora, es expresión de su deseo, de su profunda fe y espiritualidad, de su sueño de fundar la Congregación Salesiana y de llegar a otros países para evangelizarlos.
La imaginación espacial de Don Bosco se desarrolló a medida que él iba creciendo en familia, a través de sus estudios, su interés por las artes, su visión como educador, y a través de su forma de diseñar su sistema educativo, su forma de soñar, su capacidad para planificar y realizar la fundación de la Congregación Salesiana y luego proyectarla a escala mundial.
Uno de los estudios científicos más consistentes sobre la imaginación espacial fue el realizado por Philip J. Gersmehl y Carol A. Gersmehl (2007).
En su artículo publicado titulado “Spatial Thinking by Young Children: Neurologic Evidence for Early Development and ‘Educability’” (Pensamiento espacial en los niños pequeños: pruebas neurológicas para el desarrollo temprano y educabilidad), tenemos una descripción coherente de lo que ellos definen como ocho modos distintos de pensamiento espacial.
Lo que los dos autores afirman básicamente es que todos aprendemos a través de todas aquellas cosas que están diseñadas geográficamente (naturaleza, casas, edificios, tráfico, artes, objetos, símbolos, rituales…). Es decir, le damos sentido a las cosas a través de la relación entre los objetos, cómo se colocan en los espacios, cómo los organizamos en orden y series, cómo catalogamos las cosas y de la misma manera incluso nos percibimos y concebimos nuestras relaciones con los demás.
Un análisis de los sueños de Don Bosco desde la perspectiva de la imaginación espacial muestra que Don Bosco siempre ofrece una visión espacial de lo que sueña.
Don Bosco utilizó los sueños como una especie de enciclopedia de la comunicación. Cada sueño tiene un guión, colores, movimientos, ritmos, contrastes, movilidad y mensaje reales.
Los sueños son una gramática explícita de la imaginación espacial de Don Bosco. Se comunica a través de sueños, imágenes, metáforas y simbolismo onírico.
Cada una de sus historias oníricas expresa una geometría educativa, una simetría de espacios educativos, una geopolítica de expansión de la Congregación Salesiana, un punto de vista espacial de las relaciones educativas. La arquitectura educativa de Don Bosco nos revela su imaginación como educador y fundador.
En uno de sus sueños misioneros, Don Bosco dice:
“Después de recorrer una distancia muy larga, el tren se detuvo ante una ciudad de considerable tamaño, quizás en el paralelo 47, donde cuando inicié el sueño había visto el gran nudo de la cuerda. No había nadie esperándome en la estación. Me bajé del tren e inmediatamente encontré a los salesianos. Vi muchas casas con mucha gente adentro, incluso más iglesias, escuelas, varios hospicios para niños y jóvenes, artesanos y curtidores, y una escuela para niñas que enseñaba diversas artes domésticas. Nuestros misioneros cuidaban tanto a los jóvenes como a los adultos “. (MB XVI, pág.310)
En el sueño de las catorce tablas (MB VI, 708-709, edición en inglés pp. 410-411) Don Bosco afirma:
“Vi a mis muchachos en un jardín maravilloso, sentados en catorce largas mesas dispuestas en un anfiteatro en tres niveles diferentes de la terraza. Las mesas más altas eran tan altas que apenas eran visibles”.
En este sueño, de proporciones geométricas, Don Bosco define el escenario en términos métricos y simétricos. Utiliza las matemáticas y la geometría para dar un sentido de dimensión a lo que narrará.
Como si dibujara un “proyecto de ingeniería para el sueño”, describe los espacios dimensionales en términos mesurados: semicírculos, la disposición de las mesas divididas en tres niveles escalonados, de modo que el escenario, dibujado en formas geométricas, es lógico, coherente. El mensaje educativo nace de este entorno geométrico lógico. A menudo, el diseño geométrico que inspira el tema se convierte en el mensaje. No necesita palabras porque la geometría del sueño habla de su coherencia estructural; porque la estética de esta geometría en su conjunto es el mensaje educativo.
Don Bosco nunca fue a América, pero en su mente tenía el mapa geográfico de la Patagonia. Leyó, estudió, dibujó y soñó con los lugares donde quería enviar expediciones misioneras. En uno de sus sueños todavía dice:
“En el oeste veo montañas muy altas, y en el este está el mar … Las marcas numeradas en la cuerda, cada una correspondiente exactamente a los grados de latitud, fueron las que me permitieron guardar en mi memoria durante varios años las sucesivos lugares que visité cuando viajé en el segunda parte de este mismo sueño”. (MB XVI, pág.307).
La visión geográfica de Don Bosco en sus sueños siempre revela grandes, amplias, espaciosas, profundas y vastas dimensiones. Don Bosco lee la realidad a través de mapas. Mapea la realidad, los lugares, la gente, la naturaleza y la cultura.
Según Sambrook R. & Zurick D, en su texto “The Geographical Imagination” (2010), las fuentes de información espacial del mundo exterior son asimiladas y armonizadas por el conocimiento interno innato que tenemos de la orientación y los lugares, basados en nuestras experiencias personales.
“Nuestra percepción de los lugares involucra nuestra percepción de nosotros mismos, las conexiones emocionales e intelectuales y nuestros procesos cognitivo-afectivos motivados por nuestra imaginación espacial y las decisiones conectadas a ellos”. Esas afirman “que nuestro comportamiento espacial depende de cómo nos percibimos a nosotros mismos y concebimos los lugares y sus relaciones geográficas”. (pág.477).
Cuando soñó con Brasilia, la capital de Brasil, Don Bosco informa lo siguiente:
“Entre el paralelo 15 y 20 hubo una ensenada bastante larga y ancha que partía de un punto donde se había formado un lago … El viaje continúa, por la Cordillera, hacia el sur; así como la descripción de las regiones de Prato, de la Pampa y de la Patagonia, hasta Punta Arenas y el Estrecho de Magallanes”. (E. Ceria, MEMORIAS BIOGRÁFICAS DE S. GIOVANNI BOSCO, VI. XVI, Editorial Internacional – Turín, 1935).
Este sueño, bien conocido y discutido en los estudios sobre los sueños de Don Bosco sobre los sueños, nos ofrece una prueba clara y contundente de su inteligencia espacial:
El sueño es explícitamente una representación geográfica espacial. Don Bosco vino a establecer el paralelo 15 y 20 como el lugar donde se construiría una gran ciudad.
Es fundamental para el análisis de estos sueños, desde el punto de vista de la imaginación espacial, aplicar las bases fundamentales que nos hemos planteado en este estudio.
Sambrook R. y Zurick D., con respecto al papel de los mapas en la imaginación humana, dicen que:
“Los mapas tienen un papel tecnológico fundamental en nuestras organizaciones y en la navegación espacial” (p. 4).
Los autores sugieren que a través de la inteligencia espacial, estamos motivados interiormente para expandir nuestra visión de crecimiento, conocimiento del mundo, sentido de logro, expansión, ya sea en asuntos políticos, económicos o religiosos.
Esto significa que a través de nuestro imaginario geográfico, analizamos los espacios de relación en la familia, en el vecindario, en la escuela, en el barrio, en la comunidad, en la sociedad en general.
A diferencia del concepto abstracto de ideas, la imaginación espacial es algo real, una imaginación práctica que toma su noción de relaciones humanas, sociales y políticas de la geografía.
A través del desarrollo de su imaginación geográfica, Don Bosco elaboró y aplicó su visión educativa, comunitaria y pastoral de manera creativa y práctica. La visión geográfica de Don Bosco forma parte del diseño de su pensamiento, de la naturaleza de su planificación, de la arquitectura de sus objetivos, de la realización de sus sueños.
Podríamos decir desde este punto de vista que la perspectiva geográfica de Don Bosco le ofrece un lenguaje visual, diseñado, listo para ser ejecutado. Su perspectiva geográfica le impide perderse entre lo que piensa y lo que hace, entre lo que refleja y lo que cumple. Su perspectiva geográfica le confiere una practicidad creativa, abierta, flexible e integrada, con gran claridad en la evangelización.
Esta perspectiva geográfica se expresa a través de su forma de concebir y diseñar el Sistema Preventivo, construyendo ambientes, ordenando normativas, creando espacios educativos en los oratorios. Se expresa a través de las relaciones en el espacio educativo, la planificación y apertura de nuevas casas, cómo desarrolló un proyecto de formación para jóvenes, promovió la buena prensa, y estableció un ambiente artístico litúrgico dentro de los ambientes educativos.
¡Por tanto, Don Bosco era un hombre práctico! Con profunda espiritualidad y amor por la misión de los jóvenes, se movió con pasión y creatividad para lograr que eso que tenía en mente y en el corazón se hiciera realidad. Supo planificar su sistema educativo y comunicativo con una fuerte fe en Dios y en María Auxiliadora.
Como vimos al principio, la tecnología GPS, los mapas y el mundo digital y virtual involucran profundamente un marco geográfico, y navegar por Internet y las redes sociales tiene mucho que ver con nuestra imaginación espacial.
Cuando Don Bosco, con profunda fe, miró un mapamundi, su imaginación geográfica le ayudó a pensar tanto local como globalmente. Pensaba en términos de un mapa mundial, visualizaba la comunicación como una red, mapeo, relaciones humanas, un gran movimiento de personas que se unen para evangelizar y educar a los jóvenes. Don Bosco nos ofrece una visión integral, educativa y creativa de la comunicación en la realidad digital y virtual.