“¡Nos has salvado!”: las palabras con las que un niño congoleño agradece al Papa su ayuda son conmovedoras. Junto al joven, recibido por el Pontífice en la Sala del Tronetto del Palacio Apostólico, hay una docena de refugiados procedentes de Congo Brazzaville, República Democrática del Congo, Camerún, Somalia y Siria. Algunos de ellos son médicos y técnicos informáticos.
En un comunicado emitido por el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, dijo: “Francisco los recibió, escuchó sus historias, dirigió palabras de bienvenida y afecto a cada uno de ellos y les agradeció su visita. En particular, preguntó por una niña que conoció en el campo de Mavrouni, en Lesbos, y que vendrá a Italia en los próximos días, junto con su familia, para recibir tratamiento.
Un regalo para el Papa
Los refugiados responden a esta cercanía y solicitud con un deseo de “larga vida y buena salud”, especialmente sentido el día en que el Papa cumple 85 años. Su afecto se manifestó también con un regalo para Francisco: un cuadro de un refugiado afgano, que representa el intento de algunos migrantes de cruzar el mar Mediterráneo. Entonces llegó el momento de la foto, todos juntos. Finalmente, los saludos y la oración del Pontífice para que rece por él.
El apoyo directo de Francisco
Llegados a Italia ayer, 16 de diciembre, gracias a un acuerdo entre la Santa Sede, las autoridades italianas y chipriotas, como ya se había anticipado durante el reciente Viaje Apostólico de Francisco a Chipre y Grecia, los refugiados serán apoyados directamente por el Papa, mientras que la Comunidad de Sant’Egidio se encargará de su inserción en un programa de integración de un año de duración.