(ANS – Cochabamba) – El 19 de marzo en la Catedral Metropolitana de Cochabamba Monseñor Tito Solari, sdb Arzobispo de Cochabamba, presidió una eucaristía en acción de gracias para celebrar sus 25 años de servicio episcopal acompañado por los obispos de todo el país, clero diocesano, religiosos, seminaristas, autoridades civiles y muchísimos fieles del pueblo de Cochabamba. Al final de la eucaristía monseñor recibió diversos reconocimientos y condecoraciones.
Al inicio de la eucaristía fueron recordados algunos datos de su historia señalando como Mons. Solari quien trabaja en Bolivia desde el año 1974 fue elegido Obispo titular de Acque Nuove de Numidia y Auxiliar de Santa Cruz de la Sierra el 16 de diciembre de 1986 y consagrado el 19 de marzo de 1987. Elegido Arzobispo-Coadjutor de Cochabamba el 7 de marzo de 1998 y asumió la Sede Arzobispal el 8 de julio de 1999.
En su homilía el prelado expreso su agradecimiento a los obispos presentes y luego señalando a los fieles, con los brazos abiertos, dijo “y Ustedes son mi familia”. Después retomando sus orígenes como salesiano hizo énfasis, en su homilía, en no pensar tanto en él, sino en los niños, los pobres y los jóvenes víctimas de las drogas.
Y dirigiéndose a los jóvenes presentes Mons. Solari manifestó: “Yo amo mucho a los jóvenes: son la razón de mi vida, me nace desde el corazón. Siento que ellos están dispuestos a acoger las personas que les ayudan a descubrir el sentido de la vida, se dejan guiar por ellas y las siguen dócilmente. En los jóvenes descubro la ternura, la maravilla, el deseo de vivir en plenitud, el encanto de buscar y descubrir el amor de Dios; la inocencia, la miseria que tiene necesidad de misericordia. Son tantas cosas las que me conmueven en los jóvenes. Les auguro a todos descubrir cuánto felices nos quiere don Bosco”, concluyó el arzobispo.
Después fue leído el mensaje del Papa Benedicto XVI con motivo de la conmemoración, a través del nuncio apostólico Monseñor Giambattista Diquattro; y al final de la eucaristía Mons. Solari recibió diferentes condecoraciones: medalla “Sol de Septiembre” por parte de la Alcaldía de Cochabamba; nombrado “Pastor de la Paz” por parte de la Gobernación del departamento en reconocimiento a la labor pacificadora y mediadora en conflictos sociales, además de distinciones y reconocimientos de la Comisión Episcopal para la Educación, la Asociación de Colegios Particulares de Bolivia (Andecop), la Federación de Empresarios de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC), la Federación de Fabriles, la Central Obrera Departamental (COD) y la comunidad de la Parroquia San Carlos, de Yapacaní.
Después de la eucaristía el prelado compartió en fraternidad sus bodas de plata con los obispos, religiosas, sacerdotes, catequistas y feligreses.