El domingo 23 de octubre de 2011 el Papa Benedicto XVI proclamará Santo al Beato Luigi Guanella (1842-1915). Queremos recordar la figura, también por el particular légame que lo une a San Juan Bosco y al carisma salesiano.
También la vida del padre Guanella, como la de Don Bosco, fue trazada por un sueño sucedido a los nueve años, el día de su primera comunión: una Señora (que definía la Virgen en su narración) le hace ver todo lo que debería hacer a favor de los pobres. Después el padre Luigi Guanella sintió hablar del sacerdote de los jóvenes y quiso conocerlo. En el año 1870 se acercó en visita al oratorio de Turín.
Con Don Bosco trascurre tres años. Emitió su profesión temporal por tres años, fue director del oratorio y luego encargado de las vocaciones adultas, aquellas que Don Bosco había denominado “Obra de los Hijos de María”.
La admiración por Don Bosco era bastante profunda, muy símiles aún en su carácter y en sus visiones: apóstoles de la caridad, decididos, padres con autoridad reconocida, con grande amor por la Eucaristía, la Virgen y el Papa.
La espiritualidad y la pedagogía fueron puntos fundamentales para la formación y la misión del futuro fundador de las Congregaciones de los Siervos de la caridad y de las hijas de Santa María de la Divina Providencia. En la escuela de don Bosco aprendió el compromiso por los jóvenes y la voluntad educativa de prevenir más bien que curar; y el deseo de salvar los hermanos con el lanzamiento de la gran caridad apostólica.
El 24 de octubre recorre la memoria litúrgica del nuevo santo, que será posible celebrar siguiendo el propio litúrgico salesiano.