De ser comprobadas, las curaciones de dos religiosas podrían convertirse en los milagros que lleven al Beato P. Miguel Agustín Pro a ser un nuevo santo mexicano, señaló el vicepostulador P. Amado Fernández.
Según informó este martes el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), el primer caso es de una religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl que padecía cáncer de mama.
Según el testimonio, luego de participar el año pasado en la Misa por el P. Pro, la religiosa recibió de una de sus compañeras un sacramental consistente en un algodón con aceite de olivo consagrado al beato, el cual comenzó a portar mientras la congregación oraba por ella. Entre julio y agosto de este año se informó que el cáncer había desaparecido.
El otro caso es la curación de una religiosa que padecía leucemia aguda y que pertenece a la Fraternidad Misioneras Serviam, cuya fundadora era devota del Padre Pro.
Ante esto, el vicepostulador informó que se está trabajando “para conseguir los expedientes médicos que avalen las curaciones como un hecho humanamente inexplicable, pues se trata de dos personas que padecían una enfermedad mortal y que recuperaron su salud”.
El sacerdote dijo que el P. Pro, asesinado en 1927 a causa de su fe, “fue víctima de la violencia social institucional que también padecemos en la actualidad, no porque el gobierno esté ejerciendo una persecución religiosa, sino porque estamos viviendo una etapa tremendamente violenta por el narcotráfico y por la corrupción”.
“El Padre Pro puede ser una figura que impulse a los hombres y mujeres de fe a pedir su patrocinio para que nos ayude a dejar atrás ese México violento que padecemos”, afirmó.
El vicepostulador dijo que el beato es “un ejemplo para el presente, un ejemplo de que sí vale la pena apostarle al amor, al servicio, al compromiso, al respeto, a la familia y a las personas”.