Después de meses de gran sufrimiento, los misioneros salesianos en Liberia expresan palabras de optimismo y esperanza: “Estamos superando la epidemia de ébola, aunque lentamente, ya que el número de casos notificados se ha reducido a dos o tres por semana y la cadena de la infección parece estar bajo control. Sentimos la necesidad de dar gracias al Señor que ha movido los corazones de tantas personas a dedicar sus vidas a ganar la batalla contra el virus”.
El éxito, aunque aún no sea completo, tiene mucho que ver con el trabajo y la dedicación de las organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, Cáritas Internacional, Médicos sin Fronteras,… pero también con la labor heroica de muchos voluntarios a la hora de difundir información sobre la prevalencia del virus y la distribución de productos de higiene y alimentos.
Entre estos voluntarios hay que destacar a más de cuarenta jóvenes de los ambientes salesianos. Todos ellos, misioneros y voluntarios, han pasado por un periodo de gran estrés psicológico para hacer frente a muchas carencias, además del riesgo de infección que han tenido al estar en contacto con enfermos y familiares de fallecidos por la enfermedad, y la imposibilidad de ser vistos por un médico o ingresados en el hospital.
Han tenido que aceptar la imposibilidad de acoger a los enfermos o de acompañar a sus seres queridos al cementerio por estar prohibido, tener que cambiar las formas de saludo evitando los abrazos o el apretón de manos…
Últimamente es el estrés económico el que afecta a toda la población debido al largo periodo de emergencia en el que no sólo las escuelas estaban cerradas, sino que también muchas tiendas y la mayoría de las actividades se ha detenido. Debido a ello, las familias más vulnerables se han empobrecido aún más.
Fuente: Misiones Salesianas