Madrid– La larga preparación y la espera de la Familia Salesiana están llegando a feliz cumplimiento en estos días. Las obras de los Salesianos y de las Hijas de María han abierto Las puertas para acoger, de modo especial, los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano.
Desde hace varios meses los diversos grupos de la Familia Salesiana se colocaron a la obra para tener todo listo como las estructuras, comprometer a los voluntarios, buscar patrocinadores y hacer que el recibimiento y la acogida de los jóvenes sea agradable, cordial y familiar.
Son 600 voluntarios, jóvenes y adultos, empeñados en las estructuras salesianas, con roles y trabajos diferentes. Todos sonrientes, saludando y respondiendo a las diversas preguntas, en los idiomas de los peregrinos.
Ruth, una muchacha de Malta, llegó junto con los jóvenes de su diócesis; un grupo de 195 jóvenes que antes de llegar a Madrid pasaron por Barcelona. Para Ruth, que es su primera experiencia de la JMJ, está muy agradecida por la acogida para ellos reservada por las Hijas de María Auxiliadora en la casa de Dehesa de la Villa.
En el Centro de Estudios Superiores (CES), siempre de las Hijas de María Auxiliadora, encontraron alojamiento para 83 jóvenes de Corea, la representación de Haití, Georgia y Armenia. Albert, de Haití, testimonia su felicidad de poder estar presente en Madrid: “En Haití hay mucha esperanza, sobre todo en los ambientes salesianos. Hemos venido aquí, a Madrid, para recoger y llevar a nuestro país la alegría y la esperanza de estos días, para animar a los jóvenes a ser constantes en sus compromisos”
En la obra Salesiana de Estreco encontraron puesto 190 jóvenes del Piamonte, Italia, y 516 portugueses.
También el Rector Mayor y Madre Reungoat, durante las buenas noches en la conclusión de la vigilia de oración del 17 de agosto, tuvieron palabras de agradecimiento y aprecio profundo por la Familia Salesiana de España