(RV).- Nadie estaba preparado para recibir esta noticia. Tanto es así que la misma Conferencia Episcopal brasileña en sus primeras declaraciones a la prensa expresa sorpresa, reservándose algunas horas antes de emitir un comunicado oficial. Brasil fue el primer país latinoamericano que recibió la visita del Pontífice en mayo de 2007. En aquella ocasión el Papa inauguró la V Conferencia general del episcopado latinoamericano en el santuario de Aparecida, la Patrona del país. Y precisamente a Brasil habría tenido que volver este año, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud. Las últimas visitas del Papa fueron a México y Cuba, en marzo del año pasado. En México, antes de la jerarquía religiosa, fue Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de gobierno del Distrito Federal, quien expresó “sorpresa” por la decisión de Benedicto XVI, formulando, al mismo tempo, la hipótesis de la elección de un Papa latinoamericano, un hecho que sería inédito en la historia de la Iglesia. Más lentos en cambio los medios de comunicación cubanos al dar la noticia. El anuncio llegó a la Isla cuando buena parte de América Latina aún debía despertarse. Pero la diferencia de uso horario no fue un obstáculo para el lanzamiento de una noticia que se convirtió, inmediatamente, en primera plana de casi todos los periódicos del continente. Fue así en América central, con El Nuevo Diario de Nicaragua. El Papa renuncia “por falta de fuerzas” es el título del diario argentino La Nación, mientras en Chile, El Mercurio da la posibilidad a sus lectores de seguir en directo lo que se dice en el Vaticano. S.E. Oscar Godoy, embajador de Chile en Italia, en una entrevista concedida a Radio Cooperativa, expresó todo su estupor con las siguientes palabras: “No había opiniones o comentarios por los que se podía pensar que el Papa estuviera a punto de tomar una decisión de este tipo”. Godoy recordó además el último discurso que escuchó personalmente del Pontífice, definiéndolo: “Emotivo y fuerte”.