El tifón Rai azotó Filipinas la víspera del jueves 16 de diciembre y llegó a la ciudad de Cebú. Durante tres horas, ráfagas de vientos muy fuertes acompañadas de lluvias moderadas azotaron la ciudad. El tifón duró cuatro horas y después disminuyó su intensidad. A las 10 de la noche, la corriente eléctrica en la isla de Cebú fue cortada como medida de precaución.
En la mañana de hoy 17 de diciembre, fue posible ver toda la devastación provocada por los vientos. Las noticias oficiales están comenzando a dar los números de las víctimas, que se espera sea bajo. “Después de visitar la ciudad en bicicleta, descubrí que nuestra escuela en la ciudad de Cebú, el “Colegio Técnico Don Bosco”, era el más dañado entre las casas salesianas” explicó el padre Keith Amodia, Delegado de Comunicación Social de la Inspectoría FIS. “Nuestro centro juvenil en Pasil, que estaba cerca del mar sufrió daños por el viento y las olas. La integridad estructural de la cerca perimetral está comprometida y todo comienza a inclinarse hacia un lado. Si cede, los salesianos quedarán expuestos al río y al mar, además del riesgo de sufrir saqueos”, añadió.
Los servicios de Internet son escasos debido a que muchas líneas de transmisión se han dañado y las baterías de los teléfonos están comenzando a quedarse sin carga. Muchas familias han perdido sus hogares, especialmente los construidos con materiales ligeros. También falta agua potable ya que la empresa hídrica ha suspendido el suministro. Por lo tanto, el gobierno está tratando de entregar agua a las comunidades con los camiones de bomberos.
“Puedo entregarles este informe porque nuestra escuela tiene un generador, pero solo durará hasta las 20 horas y por lo tanto pasaremos la noche en la oscuridad” indica el P. Amodia. “Es interesante notar que la línea directa de internet que usamos para las lecciones online de la escuela todavía funciona, pero mientras haya electricidad. Por favor, recen por nosotros. Muchas familias aquí sufren porque están expuestas a la intemperie. La gente está acudiendo en masa a las estaciones de servicio y ferreterías. Los cebuanos, sin embargo, son gente resistente, que durante generaciones han vivido con este clima, solo que ahora -concluye el padre Amodia- las tormentas son más fuertes debido al cambio climático”.
Fuente: Agenzia Info Salesiana