Del 15 al 17 de enero se desarrolló en Ciudad de Panamá la mayor convocatoria que la Escuela Católica realiza cada tres años para estudiar los desafíos educativos y evangelizadores que presenta la escuela en el continente. Con la presencia de más de 700 participantes provenientes de 24 naciones se desarrollaron 5 ponencias centrales y otros tantos foros abiertos de discusión y planteamiento.
El martes 15 inauguró el Congreso con la celebración de la Eucaristía presidida por el Nuncio de su Santidad, Mons. Andrés Carrascosa Coso, quien con certera voz invitó a los asistentes a recuperar la credibilidad de la identidad católica de la escuela en el continente. La cuestión no es ser mejores escuelas donde se forma en valores, sino en constituirse en instituciones educativas que forman la mente y el corazón de muchachos y jóvenes con la especial dedicación de presentar a la persona de Jesucristo Señor e iniciarlos en una relación de escucha, de amistad y obediencia a Él.
Objetivos del evento han sido tres:
- Generar un espacio de debate y reflexión académica a la luz del análisis y del diálogo de las propuestas continentales de los gobiernos y la Iglesia: “METAS 2021, la educación que queremos para la generación de los bicentenarios” de la Organización de los Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura y “Vayan y enseñen: la identidad y misión de la Escuela Católica en el cambio de época, a la luz de Aparecida”, del CELAM.
- Buscar las respuestas apropiadas para los diferentes retos educativos de nuestras naciones, identificando puntos de encuentro o divergencia entre los propuesto por el Estado y la Iglesia.
- Unir caminos para la cooperación: fortaleciendo vínculos, integrando a todos los miembros de las comunidades educativas, creando sinergias y expandiendo redes.
Apoyaron con sus reflexiones y aportes al tema educativo y evangelizador personalidades como la de Álvaro Marchesi Ullastres, Secretario General de la OEI, las ministras de educación Dra. Josefina Pimentel y Lucinda Molinar de República Dominicana y Panamá respectivamente; Mons. Pablo Varela, Responsable de la Sección Educación Básica y Media del CELAM, el P. Ángel Astorgano sdb, Secretario General de la OIEC.
Otros aportes llegaron de la reflexión sobre ciudadanía del Prof. Emilio Martínez de la Universidad de Murcia como del P. Javier Cortés S.M. presidente de la Fundación SM, empresa editorial marianista que ha sostenido la preparación y desarrollo del evento.
El salesiano P. Ángel Astorgano , en calidad de secretario general de la OIEC presentó un proyecto de redes sociales católica para las confederaciones de educación católica, escuelas, profesores, alumnos y padres de familia en alianza estratégica con Microsoft. Aludió que los diálogos previos con Google y con Facebook no llegaron a buen puerto ante la negativa de ambos gigantes de la comunicación a pactar con entidades que tuviesen algún corte político o religioso como el caso de la escuela católica mundial.
La nueva red que está por estrenarse se denominará ADMOVI.ME (acércate en latín) que pretende crear un espacio seguro, protegido que genere grupos, foros, debates, sinergias y propuestas innovadoras para la educación. El Dr. Anthony Salcito, Vicepresidente Mundial de Educación de Microsoft presentó los saludos de la Fundación tecnológica y presentó la estructura y modalidades de acceso y uso de la naciente red.
La Escuela Católica en Iberoamérica deberá madurar una identidad y misión que la lleve a ser más un nodo de encuentro y de interrelación con otras instituciones que una isla, fue la fuerte argumentación del Hno. Juan Antonio Ojeda F.S.C. investigador universitario, respecto a lo que debemos hacer de cara al presente y futuro inmediato.
Una delegación peruana de cerca de 30 personas estuvo encabezada por el Dr. Carlos Rainusso Presidente del Consorcio de Colegios de Educación Católica (CCEC) y actual Presidente del Consejo Directivo de la CIEC.
Los diferentes grupos de educadores laicos, religiosos y sacerdotes intercambiaron con mucha fraternidad y alegría los diversos espacios de encuentro y de reflexión. La calurosa ciudad de Panamá nos regaló los bellos escenarios naturales y la modernidad de su reciente arquitectura sin desconocer los desafíos de lucha que subsisten en medio de los procesos de mejora económica de nuestros pueblos.