(ANS – Roma) – El 24 de mayo, el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano, inauguró a nombre del Santo Padre Benedicto XVI, la nueva iglesia sobre el territorio de las catacumbas de San Calixto, dedicada a San Tarsicio, mártir de la Eucaristía. El cardenal Bertone expresó sus augurios por un testimonio auténtico de fe y una Iglesia que sepa volver al entusiasmo y a la fe de los orígenes.
En la inauguración tomaron parte numerosas autoridades civiles y eclesiásticas. En nombre del Rector Mayor intervinieron el padre Francesco Cereda, sdb, Consejero para la Formación, y el señor Jean Paul Muller, sdb, Ecónomo general.
El Cardenal Tarcisio Bertone al inicio de la homilía recordó la fiesta de María Auxiliadora como “madre, educadora de la santidad de Don Bosco y, detrás de sus huellas, educadora de la santidad de tantos miembros de nuestra familia”. Y haciendo un paragón con la construcción de la Basílica del Sagrado Corazón en Roma, agregó: “Estoy seguro que Don Bosco diría hoy, en la dedicación de esta iglesia, la misma expresión: “María ha restaurado su casa’”.
Retomando la figura del joven mártir dijo: “Hoy vivimos una fe bastante cómoda, una fe sin sangre por derramar como en cambio nos recuerda este lugar donde estamos y el mártir San Tarsicio. Pero la persecución de la fe no aparece como un acontecimiento lejano: podrían retornar los tiempos en el cual creer comprometerá la vida. Si retornara la persecución quién de nosotros estaría pronto para derramar la sangre por Cristo?”.
Después de haber comentado las lecturas de la Liturgia precisó: “Rejuvenecer la Iglesia no significa solamente renovar la casa de Dios, sino que quiere decir volver a la iglesia de los orígenes, de modo que permanezca la fuerza de la Pascua y la potencia de Pentecostés y realice la verdad de Cristo y la libertad del espíritu. Una Iglesia que crea de verdad, que no se deje encantar jamás de las ideologías, que se nutra ampliamente del acontecimiento salvífico, entendido y asimilado en su integridad”.
El Secretario de Estado después expresó: “la visita a la iglesia y a la estatua de San Tarsicio, aquí colocada por voluntad del Santo Padre, se convertirá en punto de referencia para los ministros y para aquellos que desean seguir a Jesús más de cerca de través de la vida sacerdotal, religiosa y misionera”.
La nueva iglesia tuvo dos patrocinadores excepcionales: en el año 2008 fue el Rector Mayor, Don Pascual Chávez, en pedir expresamente al padre Maurizio Verlezza, en ese momento neo-director de la comunidad de San Tarsicio, de hacer construir una nueva estructura para favorecer el crecimiento espiritual de las nuevas generaciones salesianas; el 4 de agosto de 2010, con motivo de la audiencia general concedida a 54000 acólitos llegados a Roma de todo el mundo para la Peregrinación Internacional de Acólitos, fue el Santo Padre Benedicto XVI en expresar que las catacumbas de San Calixto como lugar del martirio de San Tarsicio, se convirtiera en “punto de referencia para los ministrantes y para aquellos que desean seguir a Jesús más de cerca de través de la vida sacerdotal, religiosa y misionera”.
Las catacumbas de San Calixto son desde hace siglos meta de peregrinación y ven, cada año, la presencia de 500.000 peregrinos provenientes de todos los lugares del mundo. En el lugar están presentes tres comunidades salesianas el posnoviciado de San Tarsicio, San Calixto y Beato Felipe Rinaldi.
Después de la inauguración, se realizó un concierto presentado por la Banda de Armas de Carabineros y luego un refresco al cual fueron invitados los numeroso huéspedes.