Turín – Una vez más de la Basílica de María Auxiliadora en Turín han partido nuevos misioneros, religiosos y laicos para proclamar el Evangelio al estilo de Don Bosco. El Rector Mayor de los Salesianos ha invitado a conocer más a Don Bosco, a descubrir las características y la fuerza carismática, y, sobre todo, a imitar a Cristo, “modelo de inculturación”, para una acción eficaz de evangelización.
Se renovó ayer, 25 de septiembre, en Valdocco, cuna del carisma y de la Congregación salesiana, la cita con el compromiso y el espíritu misionero. Dos eran los eventos programados: la jornada conclusiva del Harambée y la celebración del envío de la 142 ° expedición misionera salesiana. Citas que han reunido a jóvenes, laicos, religiosos y religiosas, y a comprometidos en la empresa misionera para reuniones y confrontación.
La primera, que se celebró en el teatro de Valdocco, ha reunido a los presentes para escuchar al sucesor de Don Bosco, don Pascual Chávez, que ha profundizado el tema del primer año de preparación para el bicentenario del nacimiento de Don Bosco (1815-2015): el de su conocimiento histórico. Un conocimiento histórico renovado, correcto y auténtico de Don Bosco es necesario a fin de perpetuar fielmente su visión y carisma, “Si viniese a faltar la referencia a nuestro Padre común, a su espíritu, a su praxis, a sus criterios inspiradores, – dijo don Chávez – no tenemos ya el derecho a la ciudadanía en la Iglesia y en la sociedad, porque estaremos privados de nuestras raíces e identidad”.
La acción y el espíritu de Don Bosco siguen siendo necesarias. “En un mundo que está haciendo todo lo posible para que los jóvenes no escuchen la insistente invitación de Cristo a “venir y ver”, es un privilegio para nosotros haber sido atraídos por Don Bosco, para dar testimonio de la trascendencia, el ejercicio de la paternidad espiritual, para estimular a los muchachos en una dirección que corresponde a su dignidad y sus deseos más auténticos. ”
Ha seguido después la presentación de los misioneros y misioneras que parten quienes, llamados por grupos de pertenencia a la Familia Salesiana y a algunas ONGs europeas, han recibido el abrazo de don Chávez y de la Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora .
La segunda reunión se celebró en la Basílica de María Auxiliadora, testigo de la primera expedición misionera el 11 de noviembre de 1875, y posteriormente de otras muchas.
“Estamos aquí para responder a un doble mandato de Jesús: – dijo Don Chávez en la introducción de la homilía – para celebrar el misterio de su pasión, muerte y resurrección, por la que nació la Iglesia, y para partir como sus testigos a todo el mundo y hacer discípulos en todas las naciones “.
A pesar de que la situación actual, en el contexto social, político, económico, cultural y religioso, es diferente de la que caracterizó a la primera expedición misionera, “las expectativas y necesidades del mundo son las mismas: una existencia humana digna para todos los hombres y mujeres del mundo, el sentido de la vida y el deseo de una vida plena y eterna. Son necesidades de las que todos somos responsables con la creación de un nuevo orden social, pero que sólo Dios puede satisfacer plenamente “.
El Rector Mayor ha indicado cuatro palabras para expresar otras tantas necesidades existenciales del mundo de hoy – pan, paz, vida y libertad – y recordó cómo esta necesidad redención sólo Cristo la puede satisfacer.
Comentando el Evangelio del domingo – la parábola de los dos hermanos con diferentes respuestas y acciones con respecto a la voluntad de su padre – don Chávez señaló: “Debemos tener el valor de ensuciarnos las manos y dar la cara en busca de nuevos valores más cercanos a la libertad, la justicia, la solidaridad, el amor y la felicidad del hombre. ¡Es en las opciones operativas en las que se juega la verdadera pertenencia al pueblo de Dios!.”
A los misioneros que parten les dijo, “para llevar a cabo esta misión de evangelización y transformación de los corazones de la gente y, a través de ellas, del mundo, no tenéis mejor modelo que Jesús, tal como nos lo presenta Pablo en la carta a los Filipenses …”; “Ese es el modelo de la verdadera inculturación, que es esencial para evangelizar y tocar el corazón de la cultura de los pueblos, fecundarla y transformarla.”
Los misioneros han recibido a continuación el crucifijo como símbolo de su mandato evangelizador que, en el estilo salesiano, no se puede separar de la educación.
En ANSchannel son varias las presentaciones de vídeo de la expedición de los misioneros: un servicio de la TG regional RAI, otro de la emisora católica piamontesa Telesubalpina Piamonte, y una aportación emitida por la Madre Yvonne Reungoat.