(ANS – Noto) – Durante la celebración de la palabra, en la catedral de Noto, después que el Postulador de las Causas de los Santos de la Familia Salesiana padre Pierluigi Cameroni presentara la petición oficial para iniciar la causa de Beatificación de Antonino Baglieri, ante el obispo de la Diócesis de Noto Mons. Antonio Staglianò, el Rector Mayor, Don Pascual Chávez Villanueva presentó su testimonio de quien fue Voluntario de Don Bosco. La celebración con inmensa participación de fieles tuvo lugar el 3 de marzo.
El Rector Mayor inició su intervención presentando la actualidad eclesial del mensaje de Antonino Baglieri – tan evidente para quienes lo conocieron o para quienes se acercan a él a través de sus escritos o documentos de video – insistiendo como él manifiesta la presencia de Dios con mucha naturalidad y con un lenguaje inmediato que, sin esconder los momentos de fragilidad, todavía hoy, deja ver una fe firme y profunda.
Don Chávez, citando algunos de sus escritos presenta su convencimiento de Dios y su confianza absoluta en él: “El Señor me ha concedido la función de mis ojos para ver el color de sus maravillas; la nariz para oler el perfume de la tierra; el oído para escuchar su palabra; el Señor me ha dejado libre el cerebro para pensar, razonar y elegir el bien o el mal. Ha dejado latir mi corazón para amar. El alma vive en mí, la vida está en mí, pero lo más extraordinario es que Dios está dentro de mí”. A pesar de sus límites, con gran optimismo, dice Don Chávez, agradece a Dios por todo e invita a que estemos siempre a disposición de los demás y todo será recompensado al ciento por ciento.
El Rector Mayor señaló que el mejor testimonio de fidelidad a Dios fue precisamente el amor a la vida. Por casi 39 años Baglieri vivió la condición de tetrapléjico y 29 de ellos fueron un himno a la vida y a la fe, manifestados en la serenidad y felicidad como vivió su calvario personal. “Este singular “misterio del sufrimiento” que Baglieri ha personalizado dejándose transfigurar, nos ayuda a reflexionar un posterior aspecto: el carácter encarnado, concreto, físico de la vida humana (….) y a recordar que la redención y la experiencia espiritual pasan siempre a través de nuestra carne y nuestra historia”, afirmó Don Chávez.
Leyendo la historia de Baglieri, en el seno de la Familia Salesiana, el IX Sucesor de Don Bosco presentó su experiencia espiritual siempre identificada con la sencillez. Él no manifestó vivencias de éxtasis o visiones místicas sino que aceptó su larga crucifixión, dócil a la acción de Dios y, a manifestar una felicidad que le permitió comunicar el dinamismo y la pasión por el anuncio del evangelio, rasgo propio del carisma salesiano.
La experiencia de comunión, un signo eclesial de Baglieri – insistió Don Chávez – es su experiencia vivida en contacto con los diversos carismas y las diversas espiritualidades. Movimientos, congregaciones e institutos de vida consagrada, asociaciones, realidades eclesiales locales y no locales encontraron en su vida y en su testimonio un lugar concreto de encuentro y de comunión. Su testimonio de comunión lo han expresado muchos misioneros, obispos y figuras eclesiales que tuvieron algún contacto con él.
Al final de su intervención el Rector Mayor afirmó que iniciar la causa de beatificación de Baglieri es para todos nosotros, la iglesia de Noto, los Voluntarios de Don Bosco y la Familia Salesiana, motivo de acción de gracias y estímulo para caminar juntos hacia la santidad.