La Escuela Sociodeportiva Don Bosco de Damala, un barrio de la capital del país, Bangui, es una de las 19 que tiene Misiones Salesianas, en colaboración con la Fundación Real Madrid, en centros educativos de 14 países en tres continentes. En ellas se realizan trabajos de integración social a través del deporte y se ofrece educación en valores para los menores más desfavorecidos.
La crítica situación social que atraviesa la República Centroafricana desde el golpe de Estado de marzo de 2013 ha estancado el país por el caos institucional y administrativo que vive. La violencia ha obligado a cerrar los colegios y muchas familias han huido de sus casas por miedo a la muerte y se han refugiado en instituciones religiosas.
Los misioneros salesianos que trabajan en las dos presencias abiertas en el país han llegado a acoger en sus instalaciones a más de 65.000 personas que se sentían más seguras acampadas junto a la parroquia o en las explanadas del centro de formación profesional que en sus hogares. Ha habido que coordinar con otras organizaciones el reparto de alimentos, agua, mantas y hasta la construcción de saneamientos para ellos. En la actualidad, 1.900 personas continúan acogidos en las presencias salesianas sin poder regresar a sus casas.
Los niños, como en cualquier conflicto, son los que se han llevado la peor parte: la falta de alimento y de educación ha llevado a muchos a vivir en las calles o a convertirse en niños soldado.
Los misioneros salesianos, sin embargo, han mantenido siempre abiertas sus instalaciones y han querido ofrecer siempre, a través de sus actividades de ocio y tiempo libre, educación y esperanza para estos menores. La Escuela Sociodeportiva Don Bosco de Damala, fruto del acuerdo entre Misiones Salesianas y la Fundación Real Madrid , está siendo un elemento fundamental de integración y de liberarse de los traumas producidos en los últimos meses por la guerra.
La actividad, inaugurada en noviembre de 2012, tiene como objetivo responder a las necesidades de los niños y niñas huérfanos que viven en la calle para ofrecerles un futuro mejor. A través del deporte, 60 niños y niñas tienen un aliciente para aprender valores tan importantes como el respeto, la igualdad o el trabajo en equipo.
Fuente: Misiones Salesianas