Mundo Salesiano

La fiesta onomástica de Don Bosco y del sucesor

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(ANS – Roma) – En la vigilia de la fiesta onomástica de Don Bosco, convertida a lo largo del tiempo en la fiesta del sucesor, proponemos una breve reseña histórica que desde los orígenes hasta hoy narra la consolidación de esta celebración. El padre Francesco Motto, ya Director del Instituto Histórico, ha buscado informaciones entre las páginas de las memorias Biográficas y las memorias de los hermanos más ancianos de la Casa General.

En Valdoco se organizaban varias fiestas, con solemnes funciones litúrgicas, ricas academias poético – musicales, e ilustres invitados. Una de estas era la celebración del onomástico de  Don Bosco. El día del bautismo le fue dado el nombre de San Juan Apóstol (27 de diciembre). Pero en Turín la fiesta de Juan Bautista (24 de junio) era la fiesta patronal de la ciudad y la diócesis, honrada con el disparo de cañón y la descarga de disparos de  fusil de las tropas. Los jóvenes del primerísimo oratorio de Valdocco comenzaron en aquella ocasión a festejar a Don Bosco y ofrecerle flores, creyendo que fuera el onomástico. Don Bosco dejo hacer y lo hizo durante toda su vida.

Don BoscoAsí lo narran nuestras Memorias Biográficas, las cuales reportan el episodio como el de mayor reconocimiento. Siempre en los primeros tiempos del Oratorio (1849) dos de los mejores muchachos, Carlo Gastini y Felice Reviglio, se pusieron de acuerdo en secreto para ahorrar por varios meses en el alimento y conservar las pequeñas contribuciones económicas. Alcanzaron así a comprar dos corazones de plata para donarle a Don Bosco, sin que sus compañeros lo supieran. En la vigilia de San Juan, se levantaron de la cama mientras sus compañeros dormían, tocaron la puerta de la habitación de Don Bosco, quien los hizo entrar. Increíble, narrar la gran conmoción al ver los dos corazones de plata, donde escasearon las palabras, permanece en la memoria las cordiales palabras de felicitaciones de estos dos extraordinarios muchachos.

El día después la noticia “secreta” estaba en la boca de todos. Celosos por la buena idea de sus dos compañeros, se decidió para los años siguientes que la fiesta sería organizada por todo el Oratorio. Así efectivamente sucede. En aquella oportunidad en Valdocco confluían masa de jóvenes, eclesiásticos, laicos, autoridades religiosas y civiles, benefactores, hasta el punto que en los años ochenta se debía organizar en los días siguientes otras dos fiestas distintas, una para los exalumnos laicos y otra para los exalumnos sacerdotes. Obviamente salesianos y jóvenes de las casas esparcidas por Italia, Francia y América Latina se hacían presentes con conmovedoras cartas de felicitaciones y simpáticas poesías para la ocasión.

Don RuaMuerto Don Bosco, y sucediéndolo Don Rua, se deliberó transportar la fiesta del onomástico de estos al 24 de junio, así que el onomástico de Don Bosco viene a ser el onomástico del sucesor. Aquella del 23-24 de junio de 1891 fue épica, porque después de cantos, sonidos, poesías y prosas, en estivo festivo y serio, todos los trabajadores fueron en concurso a ofrecer a Don Rua como regalos algunos trabajos: un par de zapatos, un ornamento y una capa, una puerta, un reclinatorio, un libro bien encuadernado, una grande estatua de madera de la Virgen de  Lourdes, una imagen  plástica del Corazón de Jesús, las medallas y condecoraciones.

Don AlberaEn el año 1911 fue la primera vez del neo Rector Mayor Don Albera. La música hizo la parte del león, con coros de la “escuela cantorum” y música instrumental, con palabras del padre Lemoyne y música del Maestro Cav. Dogliani. Los oradores oficiales fueron los los profesores padre Albino Carmagnola y Pietro Gribaudi.

Don RinaldiEn el 1922 Don Rinaldi pudo gozar de la música del mismo Dogliani y los discursos de la ocasión estuvieron a cargo del padre Francesia para los salesianos, del marqués de Rovasenda para los Salesianos Cooperadores, del presidente avv. Masera por los exalumnos, del inspector de Argentina padre Luigi Pedemonte por los misioneros y del profesor Alberto Caviglia para la solemne conmemoración histórica. El mismo histórico tuvo el discurso en 1928. En esa oportunidad tuvo lugar una grande muestra con objetos de todo el mundo, a cargo de las Damas Patronas de la Obra de Don Bosco y patrona S. M. la Regina Elena. La academia en honor de Don Rinaldi se abrió, una vez más, con el himno viejo del poeta padre Francesia, musicalizado por M°. Dogliani e interpretado por la Escuela del Oratorio.

Con el 1929, con Don Bosco beatificado, la fiesta del 31 de enero vino de alguna manera a sustituir la fiesta del 24 de junio, que no fue jamás olvidada, sobre todo por las conferencias de los Salesianos Cooperadores. En 1951 coincide con la canonización  de Madre Mazzarello.

Don ViganòEn los años ochenta, durante el rectorado de don Viganó, se retoma la tradición. La fiesta venía celebrada en las Inspectorías, italianas y europeas que habían asumido precedentemente el compromiso. Permaneció famosa aquella de la Inspectoría de Italia Meridional que Don Viganó definió “inenarrable” por la habilidad de los jóvenes artistas.

Don VecchiDon Vecchi a finales de los años noventa continuó a hacer lo mismo, yendo también fuera de Europa, en India. El actual Rector Mayor, Don Chávez, ha optado siempre por celebrarla más reservadamente “en casa suya”, en la Casa General de Roma, con la presencia de todo el Consejo General por la sesión de verano y de los nuevos Inspectores para el curso intensivo de formación.

Don ChávezEste año, 2012, el IX sucesor de Don Bosco se encontrará familiarmente rodeado de sus hermanos de su casa, de la comunidad del vaticano, una representación de las Hijas de María Auxiliadora y de la Familia Salesiana, y representantes de la Circunscripción Italia Central.

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