Madagascar es uno de los cinco países más pobres del mundo, donde muchas familias sobreviven con un máximo de 4 euros al día y sólo si encuentran algún trabajo temporal. En algunas de estas familias existe también el problema del alcoholismo, que también está muy extendido entre las mujeres. La pandemia COVID-19 está afectando a un país ya azotado por el dengue y la malaria. Ante tal escenario los Hijos espirituales de Don Bosco no se desaniman y relanzan sus iniciativas.
La misión salesiana “Maison Don Bosco” se encuentra en Ivato, a 1.300 metros de altura, en la meseta central y en las afueras de la capital Antananarivo. La zona tiene unos 28.000 habitantes: además de ser el “dormitorio” de los que trabajan en la capital, hay familias que viven allí ganándose la vida con pequeños trabajos (lavar ropa para familias ricas, lavar coches, cargar y descargar mercancías en el mercado…).
Los problemas más específicos se refieren a la falta de acción social pública, de apoyo y educación para estas familias más pobres. Las familias que durante el encierro, a pesar de la poca ayuda que recibieron de las autoridades, han visto empeorar su situación socioeconómica, ya que las restricciones impuestas han limitado sus movimientos y sus posibilidades de obtener ingresos.
La comunidad salesiana se ha comprometido seriamente a ayudar a las familias más pobres y desfavorecidas, apoyándolas con donaciones de alimentos, medicinas o con la construcción de pequeñas casas. Pero aún así no es suficiente.
Actualmente la Procuraduría Misionera Salesiana “Missioni Don Bosco” de Turín está apoyando a los Salesianos locales con un proyecto que implica la distribución de arroz, frijoles, jabón y aceite dos veces por semana. El objetivo es garantizar el mínimo necesario para las familias con más dificultades, teniendo en cuenta que la mayoría de las familias ayudadas son “monoparentales”, es decir, madres solteras con sus hijos, que viven en chozas o viviendas improvisadas.
Los beneficiarios directos del proyecto son 70 familias y un hogar-familia con unos 25 niños. Las personas que recibirán ayuda concreta serán unas 500 (310 niños y mujeres, 190 niños y hombres).
Pero los Salesianos locales saben muy bien que se beneficiarán aún más personas: porque los pobres a los que ayudan, a menudo con poca educación y menos oportunidades, están acostumbrados a compartir en un espíritu de solidaridad lo poco que tienen.
Fuente: Agenzia Info Salesiana
