Muy querido P. Sylvain
con el corazón de don Bosco te saludo a ti y a todos y cada uno de los Hermanos de la Visitaduría de Haití.
Mi saludo, acompañado de un recuerdo particularmente intenso en la eucaristía, se extiende a las Hijas de María Auxiliadora, a todos los miembros de la Familia Salesiana, Colaboradores, Amigos de Don Bosco y jóvenes de nuestras obras.
Ya desde hace algunos días había venido recordando la tragedia que golpeó duramente todo el pueblo haitiano con un terremoto devastador que dejó una triste secuela de destrucción, muerte, sufrimiento y desesperación.
Les quiero felicitar porque, habiendo sufrido también la pérdida de tres Hermanos Salesianos, entre ellos la del queridísimo Sr. Sanon, y haber visto destruidas muchas de nuestras obras, inmediatamente se arremangaron las manos, se pusieron a trabajar para llevar consuelo, esperanza y alivio a tantísimas personas.
La forma en que se abrieron las obras para acoger a los que habían perdido todo ha sido ejemplar.
Para ti y todos los Hermanos mi admiración, agradecimiento y felicitación.
La Congregación, a través mío, ha querido estar cercana y se ha comprometido en llevar adelante la empresa gigantesca de la reconstrucción.
Ésta ha sido más lenta de lo esperado, por tantos motivos, pero el proyecto sigue adelante con la misma convicción y compromiso.
Les mando un fuerte abrazo, la bendición de María Auxiliadora y les aseguro mi cercanía. Estamos en comunión de corazones y oración.
Con todo cariño, en Don Bosco
P. Pascual Chávez V., SDBRector Mayor