Mundo Salesiano

República Centroafricana – Pascua con 15 mil desplazados

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(ANS – Bangui)– “El Centro Don Bosco de Damala-Bangui es el más lleno del país. Los refugiados duermen también en las aulas de la escuela. A las 4:00 am. se levantan, limpiar y dejar las aulas de clases para los estudiantes”, así comenta un artículo escrito por Davide Demichelis, publicado el 19 de abril sobre Vatican Insider, sobre la celebración de la Pascua de los salesianos entre los refugiados y su difícil situación.

En el Centro Don Bosco de Damala-Bangui, la Vigilia de Pascua del sábado comenzó a las 3:00 pm. Era necesario terminar pronto, todos los días a las 6:00 pm. hay toque de queda. Antes de que el sol caiga, la ciudad se detiene. A la ceremonia asistieron miles de personas, la mayoría de ellos, sin embargo, no se han ido incluso después de la celebración. Todas estas personas, de hecho, viven en el Centro desde hace cinco meses. Hay más de 15.000. Son los refugiados, desplazados de sus hogares y aldeas.

Entre las decenas de parroquias e instituciones religiosas que acogen a miles de centroafricanos, cristianos y musulmanes, el Centro Don Bosco de Damala es el más lleno. Ha llegado a albergar hasta 40 mil personas. Solo el aeropuerto lo supera, alrededor de la pista acampan 70 mil personas. Se sienten más seguros, gracias a la guarnición del ejército francés.

“Este año, para nosotros, la Pascua tiene un significado especial” refleja el P. Ewita Drole Eleuterio, responsable del Centro Don Bosco de Damala: “La Pasión de Cristo, herido y humillado, aquí la vivimos todos los días”. Todos los días, de hecho llegan heridos por arma de fuego, necesitados de atención, y luego hombres, mujeres y niños reducidos al hambre o menores abandonados. El Centro Jóvenes Don Bosco hasta noviembre pasado albergaba dos escuelas, un liceo y una profesional, así como un internado para chicos.

Desde el 5 de diciembre todo ha cambiado: miles de personas han ido a buscar refugio en las parroquias, considerados lugares seguros. El gran espacio del que disponen los salesianos, ocho hectáreas de terreno, atrajo a un gran número de personas. Ha sido una especie de invasión pacífica: los desplazados viven y duermen en las aulas, en las casas y en todos los espacios disponibles. Para aquellos que no encuentran más espacio bajo el techo, hay tiendas de campaña. Tienen 104 letrinas, 8 agujeros para deshacerse de los residuos y 48 bombas de agua.

Las actividades escolares han sido suspendidas por dos meses. Desde febrero, sin embargo, los estudiantes han podido volver a la escuela. Durante dos meses, de hecho, los que duermen en las aulas se despiertan muy temprano, entre las 4:00 y las 5:00, limpian, arreglan los escritorios y dejan el salón de clases para los estudiantes.

“En las últimas semanas, alrededor de 6.000 personas han regresado a sus hogares, la situación es un poco más tranquila, en algunos barrios de Bangui”. El P. Ewita recuerda la preocupación de los primeros días: “No sabíamos qué hacer, dónde ponerlos, qué darles de comer… Al inicio los alimentamos con todo lo que teníamos. Luego llegaron también ayudas del “Programa de Alimentos” de las Naciones Unidas. Ahora se consiguen la comida por sí mismos”.

De acuerdo con las Naciones Unidas un Centroafricano de cada cuatro es desplazado. El conflicto, que comenzó hace un año y medio, ha causado la muerte de miles de personas. El país aún no ha encontrado el camino a la paz, a la espera de los Cascos Azules, que llegarán no antes de septiembre.

“Abandonar las armas no es suficiente – advierte el P. Ewita – también tenemos que recuperar la capacidad de convivir con los demás, con los que son diferentes a nosotros. No importa el grupo étnico, la nacionalidad o creencia religiosa. Para pasar de la muerte a la vida, debemos volver a creer que todavía podemos vivir juntos, como siempre lo hemos hecho”. Así es como el párroco explicó a los fieles el significado de la Pascua, hoy, en la República Centroafricana.

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