En el vuelo rumbo a Alemania, el Papa Benedicto XVI respondió a las preguntas de los periodistas y explicó que ha emprendido este viaje con gran entusiasmo.
“Estoy feliz de llevar el mensaje de Jesucristo a mi tierra”, exclamó Benedicto XVI.
El Santo Padre recordó que Alemania también es un país de larga tradición católica a pesar del ser la cuna del protestantismo. El 30 por ciento de la población profesa el catolicismo, los creyentes cuentan con 11.483 parroquias, 113 obispos y unos 17.274 sacerdotes.
Desde el aire, el Santo Padre explicó a los periodistas que en su país “hay muchas expectativas y amor por el Papa”, así como “una gran aceptación por la fe católica, y una creciente convicción de que necesitamos convicciones, una fuerza moral en nuestros días, una presencia de Dios en nuestros tiempos”.
Benedicto XVI afirmó que sabe que le espera mucha gente “con alegría, esperan una fiesta de la fe, una unión, y quieren esperar la alegría de conocer a Dios, de vivir junto a la cultura que Dios tiene en sus manos y para mostrarnos el camino”.
El Papa indicó a los periodistas su respeto por cualquier tipo de manifestación aún contraria a su viaje. “Debemos darnos cuenta de que el securalismo y también la oposición al catolicismo en la sociedad es fuerte, y si se revela esta oposición de modo civil no hay nada que decir en contra”, afirmó.
Objetivo: Ecumenismo
El Santo Padre también expresó su deseo de avanzar en el ecumenismo y explicó a los periodistas que vivimos en un tiempo de secularismo donde los cristianos unidos “tienen la misión de hacer presente el mensaje de Dios, el mensaje de Cristo, de hacer posible creer , avanzar con estas grandes ideas, verdades, y por eso permanecer juntos entre católicos y evangélicos es un elemento fundamental para nuestros tiempos”.
El Papa recordó que quienes abusaron contra menores están fuera de la Iglesia Católica. “Sería importante saber que estar dentro de la Iglesia no es estar en cualquier asociación sino estar en la red del Señor de la cual jala peces buenos y malos de las aguas de la muerte a la tierra de la vida“.
“Puede suceder que estas redes están al lado de peces malos y percibo esto, pero también es verdad que la red del Señor es una cosa diferente de todas las demás asociaciones humanas, una que toca todo el fundamento del mismo ser”, indicó.
Finalmente, Benedicto XVI animó a conocer bien qué significa ser Iglesia y pertenecer al pueblo de Dios, a invitó a “aprender a soportar también los escándalos, y trabajar contra ellos desde el interior de las redes del Señor”.