En el barrio de Ennerdale, Johannesburgo se han completado, bendecido e inaugurado las nuevas instalaciones del “Centro de Educación Don Bosco”, dedicado a la memoria del P. Declan Collins, quien dio su vida en favor de los jóvenes desfavorecidos.
En esta solemne ceremonia, desarrollada el pasado 23 de mayo, la Familia Salesiana de Sudáfrica celebró la realización de un sueño que contó con una gran afluencia de personas, incluyendo a los miembros civiles, eclesiásticas, de la Familia Salesiana, benefactores y beneficiarios de las obras salesianas. Dos momentos claves del día fueron: el discurso de agradecimiento de Don Robert Gore, Ecónomo de Sudáfrica, pronunciado en el patio a la entrada de la obra, ante la estatua de Don Bosco y Madre Mazzarello y la bendición de nuevos locales, por el arzobispo de Johannesburgo, mons. Buti Tlhagale, OMI.
Como señaló Don Gore, durante 12 años Salesianos e Hijas de María Auxiliadora han esperado que llegase este momento, ya que ambas comunidades – que, en el suburbio de Ennerdale tienen dos centros, no muy lejos el uno del otro, dedicadas respectivamente a la formación y competencias para el trabajo y la enseñanza en las escuelas – decidieron unir fuerzas y crear un único complejo que contemplasen dos campos diferentes de la formación, para mayor beneficio de los niños del barrio.
“Había muchos niños en las calles que no asistían a la escuela o buscaban trabajo. Para ellos se ha previsto este proyecto, como el que ya se está realizando en Ciudad del Cabo: Escolarización y Desarrollo de Competencias “.
En 2002, Don Collins, un misionero irlandés muy activo en el trabajo con niños de la calle, fue asesinado. El asesinato, que provocó la ira y el dolor, especialmente entre los pobres y desfavorecidos que Don Collins había ayudado, no los desmotivó, de hecho animó aún más a la comunidad religiosa en la realización del sueño del religioso.
Una vez visto el lugar, se encontraron los patrocinadores y donantes dispuestos a contribuir a la realización de este proyecto. Se aumentó del número de edificios, que se ocuparon antes de ser terminados por los niños y jóvenes deseosos de seguir sus lecciones en la escuela o aprender un oficio a través de los cursos de: fontanería , carpintería, soldadura, albañilería, informática, electrónica y revestimiento de muros .
Actualmente 200 niños asisten a la escuela y 60 niños están inscritos en los diversos cursos de formación profesional, otros 60 jóvenes asisten a clases para completar el ciclo de la educación superior.