Nacional

Luis Zevallos, Wilmer Infanzón y Juan Cárdenas, sacerdotes elegidos para servir

0

En un clima de gran alegría se celebró la ordenación sacerdotal de nuestros hermanos Luis Zevallos, Wilmer Infanzón y Juan Carlos Cárdenas, de manos de Mons. Piñeiro, Presidente de la Conferencia Episcopal.

La ceremonia se llevó a cabo el sábado 16 de marzo a las 10 am. en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Magdalena del Mar y contó con la presencia de diferentes miembros de la Familia Salesiana, especialmente de un nutrido grupo de jóvenes del MJS.

A cada uno

Durante la homilía, Monseñor Salvador Piñeiro, quien a su vez también es Obispo de Ayacucho, tuvo palabras para cada uno de los ordenados.

  • A Wilmer Infanzón le recordó lo hermoso de su tierra ayacuchana y de la alegría que sentía de que fuera fruto de esa obra salesiana, en donde Monseñor siempre encuentra gran ayuda.
  • A Juan Carlos le expresó el entusiasmo que sintió cuando supo que él había sido enviado a Ayacucho y lo animó a trabajar juntos por la misión.
  • Mientras que a Luis Zevallos le recordó que se mantuviera siempre en esa sencillez y alegría que es capaz de entusiasmar a otros jóvenes.

Más adelante, Monseñor tuvo palabras de agradecimiento a los miembros de la Congregación Salesiana del Perú por la profunda cercanía y familiaridad que siempre le han mostrado.

Los jóvenes enseñan

Al término de la Misa, el padre Wilmer Infanzón SDB, en representación también de sus compañeros, agradeció a los salesianos que a lo largo de todo este camino vocacional los habían acompañado. Y también se dirigió a los jóvenes, de quienes dijo que se aprende mucho.

Posteriormente se hizo una pequeña recepción y un almuerzo de celebración en donde el padre inspector Santo Dal Ben manifestó que el contar con tres nuevos sacerdotes era una muestra del amor de Dios por la Congregación Salesiana y por los jóvenes.

Lema y Oración de los nuevos sacerdotes:

“Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación” Mc. 16, 15.

“Elegido para servir”

Agradezco al Señor por haberme hecho partícipe de sus Sacerdocio para servir a mis hermanos, especialmente a los jóvenes.

María Auxiliadora me siga ayudando como Madre.

Amén.

Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón

Previous article

España – Un nuevo Hogar Valdocco abre sus puertas a la integración

Next article

You may also like

More in Nacional