Se ha iniciado la restauración de las puertas de bronce de la Basílica de María Auxiliadora, para que estas obras de arte recuperen su brillo y color original.
Los tres grandes portones de bronce tienen más de medio siglo de antigüedad y que llevan grabados las imágenes de San Pedro y San Pablo al centro, las de San Juan Bosco y Santo Toribio de Mogrovejo al lado izquierdo, y de Santa Rosa de Lima y Madre Mazzarello en la entrada derecha. Estas obras han ido perdiendo su belleza y color original a causa de la contaminación ambiental y la humedad. Los trabajos se han iniciado con las puertas laterales.
La restauración incluye una profunda limpieza a través de la técnica del arenado, donde personal calificado aplica arena a presión, a través de una maquina especial, lo cual permite eliminar las impurezas impregnadas en los portones de bronce, sin causarles deterioro alguno. Con esta técnica estas obras de arte lucirán remozadas.
Una vez terminado el proceso del arenado, se procederá a la aplicación de una sustancia que permita su lustre y realce de su color y brillo original, de tal forma que queden como nuevas, afirmó el arquitecto Pierangelo Ripamonti, responsable de los trabajos de restauración de la Basílica de María Auxiliadora.
La restauración de la Basílica hoy es una realidad gracias al apoyo de las personas e instituciones que colaboraron con la rifa nacional organizada por la Fundación Don Bosco a favor de la restauración.
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