A inicio de la década de los 90, los salesianos del Perú tuvieron el gran reto de llevar a cabo la restauración completa del órgano de la Basílica María Auxiliadora, construido en 1933 por la destacada empresa italiana La Pontificia Fabbrica d’organi Comm. Giovanni Tamburini de Crema, fundada en 1893 y reconocida a nivel mundial por la creación de órganos grandiosos, instalados en Roma, Milán, y en las catedrales más importantes de Italia y el extranjero.
Con la participación del maestro Federico Gerdes, quien tenía el cargo de director del coro de la Academia Nacional de Música Alcedo, hoy Conservatorio Nacional de Música, y el Mons. Pablo Chávez Aguilar, destacado organista de la época, se realizó el 16 de marzo de 1934 la inauguración del instrumento.
Y hoy, 25 años después, por un desafortunado ataque de insectos xilófagos (Termitas, Carcomas, Capricornios, Líctidos) es necesario realizar una restauración mucho más profunda.
En el 2006 el órgano dejó de funcionar. Casi el 45% de la madera de pino se encontraba afectada y deteriorada, lo que ocasionó múltiples fallas en los sistemas mecánicos, a raíz del ataque masivo de la termita Cryptotermes brevis, insecto común en las costas de países cálidos.
Como parte de la restauración de la Basílica de María Auxiliadora, en el 2012, se confía, nuevamente, al organero peruano Alejandro Rodríguez, trabajar en la recuperación total del instrumento, que es patrimonio de la Congregación Salesiana y de la ciudad de Lima.
Está formado por un 80% de madera, entre partes mecánicas y sonoras. Y, en el estudio previo realizado, se pudo determinar que había sufrido grandes daños en las partes de madera, por lo que miles de piezas tendrían que ser intervenidas. “Era urgente realizar la restauración para salvar este órgano de tanto valor artístico musical”, sostiene Alejandro Rodríguez
Se construyeron cientos de partes nuevas: 68 válvulas de registro, piezas importantes del órgano, que permiten controlar qué fila de tubo va a sonar para obtener un matiz sonoro. Se reconstruyó 122 válvulas de teclado. Reconstrucción de cuatro fuelles, los que alimentan del aire necesario a las diversas partes del instrumento. Nueva caja de expresión. Restauración de cuatro grandes somieres. Se construyó gran parte de las piezas de madera, las mismas que fueron barnizadas y tratadas contra los insectos.
Para hacer posible esta profunda intervención fue necesario desmontar la totalidad del instrumento y retirarlo de su emplazamiento en el coro de la Basílica. Lo que a diferencia de la intervención de la década de los noventa permitió realizar un tratamiento adecuado de la madera.
Como parte de este trabajo se está recuperando la antigua consola del órgano, que se encontraba en desuso, realizando en ella las mejoras necesarias acorde a los avances tecnológicos de estos tiempos.
En la actualidad el órgano ya se encuentra en fase de montaje en el coro de Basílica, donde siempre nos ofreció su bello y solemne sonido. Se espera que para el mes de julio se haya culminado con la restauración.
Será un orgullo y satisfacción para toda la familia salesiana, el poder disfrutar nuevamente del sonido de este gran instrumento, que seguirá siendo el más grande órgano en funcionamiento en nuestro país.
Se agradece a los miles de fieles e instituciones por su apoyo incondicional a favor de la restauración.
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