¡‘Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único’! ( Jn 3,16)
(RV).- En sus palabras antes del rezo mariano dominical, el Papa Francisco hizo hincapié en el Evangelio del IV Domingo de Cuaresma. «Escuchando esta palabra, dirigimos la mirada de nuestro corazón a Jesús Crucificado y sentimos dentro de nosotros que ¡Dios nos ama, nos ama de verdad, y nos ama tanto! He aquí la expresión más sencilla que resume todo el Evangelio, toda la fe, toda la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin límites».
No olvidemos nunca: «Dios es rico en Misericordia»
Recibido con gran alegría y aplausos por miles de peregrinos, que a pesar de una lluvia intermitente acudieron a la plaza de San Pedro para rezar con el Papa y recibir su bendición, el Obispo de Roma recordó con la Plegaria Eucarística, que «si en la creación, el Padre nos ha dado la prueba de su inmenso amor donándonos la vida, en la pasión de su Hijo nos ha dado la prueba de las pruebas: ha venido a sufrir y a morir por nosotros».
Después de la oración mariana el Papa mostró su cercanía a la población de Vanuatu, en el Océano Pacifico, por el reciente ciclón que han vivido. Agradeció a las personas que están ayudando a los afectados llevando ayudas, y aseguró que reza por los difuntos, por los heridos y por las personas sin techo.
Además saludó a diversos grupos de peregrinos como a los fieles de Granada y Málaga de España, presentes en la plaza. También a diversos grupos de voluntariado que, “unidos en el empeño de la solidaridad, participan en la manifestación ‘Juntos por el bien común’”.