Con un gesto de gratitud y admiración, los exalumnos del Colegio Don Bosco de Ayacucho se unieron para rendir un merecido reconocimiento a quien fuera el fundador de su institución educativa y director por 10 años, el padre Luis Fassio, SDB.
“A partir de hoy, el coliseo del Colegio lleva el nombre de nuestro querido padre Luis”, así lo sostiene con alegría y emoción Manuel Leandro Prado, exalumno de la promoción 1959.
Al conmemorar los 50 años de fallecimiento del padre Luis, los exalumnos de las primeras promociones quisieron recordar y expresar, a través de esta iniciativa, lo importante que fue su presencia en la vida de cientos de jóvenes. “Somos sus hijos; él ha sido para nosotros nuestro maestro y guía”, menciona Manuel entre lágrimas.
Pero hablar del padre Luis es hablar del crecimiento de Ayacucho, porque más que un sacerdote fue un gran soñador que luchó para darle a esta ciudad el lugar que merece. “Colaboró a la reapertura de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, impulsó la apertura de la carretera Ayacucho – Pisco, motivó a la ampliación del colegio, entre otras obras”, manifiesta Nicolás Gamonal Calle, exalumno de la promoción 1960.
Las enseñanzas que dejó el padre principalmente fueron tres: la puntualidad, la responsabilidad y preparación, y eso lo llevan consigo sus hijos. “Él siempre quería lo mejor para sus alumnos, él nos enseñó el amor a Don Bosco, a Dios y María Auxiliadora”, finaliza Nicolás.
Los exalumnos fueron los encargados de la entrega, develación y bendición del membrete con el nombre del Coliseo.
Agradecemos a todos aquellos exalumnos que se sumaron a este reconocimiento, pero sobre todo agradecemos su ímpetu y amor.