Querida Familia Salesiana
Desde la ciudad blanca, Arequipa, les envío mis saludos en esta gran fiesta de María Auxiliadora.
Me viene a la memoria un hecho de nuestro Padre Don Bosco junto a su mejor alumno, Santo Domingo Savio. Algunos años después de morir, cuando se apareció a nuestro padre en uno de sus famosos sueños, le preguntó: «Domingo, ¿qué es lo que más te consoló en el momento de tu muerte?» Y Domingo le responde: «La asistencia de la poderosa y amable Madre de Dios». Di a tus discípulos que no dejen de invocarla mucho durante toda su vida.
Gran testimonio que nos invita a recordar que: “El que pone su confianza en María Auxiliadora nunca quedará defraudado”
Querida Familia Salesiana, que María Auxiliadora los cuide y los proteja.
Y en este día tan especial para cada uno de nosotros, les envío la bendición de María Auxiliadora.
¡Feliz Fiesta de la Auxiliadora!