El pasado domingo 16 de octubre, al mediodía, la Familia Salesiana del Callao ¡tiró la Iglesia por los ventanales! ¡Sí, como lo lee! Y no era para menos. Un miembro de la Congregación había llegado desde la Casa Salesiana de Arequipa para estar con el pueblo chalaco y agradecer a Dios por sus cincuenta años de vida sacerdotal, de los cuales, dieciséis ha trabajado incansablemente en esta Casa, Patio, Escuela y Parroquia, ganando almas para el Reino de Dios y el aprecio de todos.
Exactamente, a las 12 del mediodía, hizo su aparición el cortejo encabezado por el turiferario, acólitos, concelebrantes y el sacerdote celebrante P. Juan Pun Wong, para empezar la Eucaristía con la procesión de entrada. La animación de la Misa estuvo a cargo de dos jóvenes del MJS, y ocupando las bancas laterales se encontraba, por un lado el coro y orquestina, y por el otro lado los Jóvenes de la Confirmación y los grupos juveniles. También el colegio se hizo presente con su Escolta.
Muchas personas se congregaron en el templo casi una hora antes del comienzo de la Misa para poder estar en los asientos más próximos al altar. Los músicos y el coro alistaron con mucho tino y precisión sus instrumentos y micrófonos para que no hubiera algún percance en el transcurso de la misma.
Una vez que el Presidente de la Celebración y los concelebrantes: P. Ernesto Lombardi, P. Carlos Pighi, P. Lalo Gonzáles, P. Marino de Pra, P. Pablo Medina, P. Ángel Carbajal, P. Miguel Montes estuvieron en el Altar procedieron al rito que marcan los cánones de la Iglesia, mientras los feligreses asistentes, entre el canto y los aplausos, mostraban rostros de alegría de ver nuevamente en la casa y presidiendo la Misa al entrañable Padre Juanito, como cariñosamente lo llamamos todos.
La Celebración siguió su curso y absolutamente todos vibraban con el aire festivo de este momento especial, de eso no había duda alguna. La Proclamación del Evangelio estuvo a cargo del P. Carlos Pighi Yáñez. En la homilía el P. Juanito hizo una semblanza de su vida con esa forma tan peculiar de ser, con esa chispa que lo caracteriza y a la vez con intervenciones tan inocentes, propias de una persona que tiene un corazón de niño.
Fue muy grato para los asistentes gozar de su panegírico, en el que no faltaron sus detalles graciosos y no pudieron escapar a nuestros oídos palabras, que de vez en cuando, soltaba entrecortadas por el nudo en la garganta que debió sentir al referirse a la gratitud de todo lo vivido en esta Obra del Callao, gozando de la picardía de la gente chalaca, “pero con un corazón grandote como el mar” como lo menciona en su biografía.
También se refirió de manera especial a la gracia concedida por la Madre Auxiliadora que un día antes a esta fecha le hiciera al permitirle salir ileso al igual que a sus dos acompañantes, el chofer y su enfermera, en el accidente ocurrido en la carretera viniendo de Arequipa para Lima. “Gracias a Dios y a María Auxiliadora, gracias por el milagro de la vida… un milagro de María Auxiliadora” “…cuando partíamos habíamos rezado el Ave María y el María Auxiliadora, ruega por nosotros y durante el camino habíamos rezado el rosario y ciertamente María escuchó nuestras plegarias y dejó que no pasara nada para poder estar con ustedes” dijo el P. Juanito, antes de concluir la homilía.
En el momento del ofertorio recibió como ofrenda una Estola regalada por los Salesianos Cooperadores Chalacos. El pan y el vino lo entregaron animadores del Oratorio.
La Consagración fue otro momento de mucha emotividad por verlo acompañado de todos los sacerdotes amigos que en torno a la mesa del Altar pronunciaban la Fórmula de Consagración. Una gran cantidad de personas se acercaron a comulgar y el canto en ningún momento fue quedando atrás, bellos acordes deleitaron a muchos que recordaban instantes vividos en aquella casa salesiana que aunque pequeña pero de corazón grandote como el mar, siempre se caracterizó por sus importantes presentaciones en concursos de coros de los cuales muchísimas veces salieron ganadores.
Casi para culminar la celebración, el P. Carlos Pighi, tomó la palabra y agradeció a Dios sobre todo el haber conocido al homenajeado, precisando que fue por la aceptación del Padre Juanito de quedarse en esta casa chalaca, que dio su respuesta al inspector de aquel entonces de venir a trabajar al Callao y juntos pudieron realizar grandes y urgentes proyectos en pro de la niñez y juventud chalaca sobre todo en el colegio tanto que la población estudiantil llegó a sobrepasar los 1 500 alumnos. Quién diría verdad, siendo un colegio pequeño en comparación con otras casas salesianas y con un patio de cemento que se divide en varias canchas, tanto para fulbito, básquet y vóley. Al término de su intervención agradeció a los presentes por la deferencia de acompañar al P. Juanito en esta fecha especial para él.
Luego, hizo uso de la palabra el profesor Rómulo Zuzunaga, el cual ha sido alumno, profesor y ahora tiene el cargo de Jefe de Normas del colegio, quien destacó a nombre de todos la encomiable tarea que tuvo a bien hacer en esta casa. “Todos los presentes, estamos agradecidos por las lecciones de amor y entrega, por todo el bien que hizo a el que se le acercaba”. Fueron algunas de sus palabras. Terminó lanzando vítores tanto a Dios y a la Virgen y el infaltable Chim pum Callao.
Hizo lo propio el Director de la Obra Salesiana del Callao, el P. Ernesto Lombardi e invitó a los asistentes al Auditorio de la Casa para hacer un Brindis de Honor ofrecido por el Centro Local de los Salesianos Cooperadores del Callao.
Concluida la Eucaristía los asistentes se agolpaban para tomar las mejores impresiones del Padre Juan y los sacerdotes concelebrantes. Luego, acólitos y sacerdotes, emprendieron la marcha con la procesión de salida hasta las instalaciones del colegio por la entrada lateral que hay desde el templo al pasadizo principal del colegio. Al ingresar el P. Juanito al Auditorio fue aclamado por los que ya estaban allí. Al minuto terminaron de ingresar los demás invitados llenándose el local y se procedió al saludo correspondiente. A mitad de la recepción se realizó el Brindis y antes de terminar el agasajo recibió un Plato Recordatorio de manos del Presidente de la Asociación de Exalumnos Salesianos del Callao; hizo lo propio la Promoción 86 que este año está cumpliendo sus Bodas de Plata obsequiándole una Placa en Mármol.
Ya cerca de las 2 de la tarde, los hermanos de la Comunidad, tuvieron que “rescatarlo” de entre los invitados para llevarlo al almuerzo que se le había preparado en su honor. Ya entre los sacerdotes de la casa y posnovicios que trabajan en la Obra, lo homenajearon más íntimamente como suele hacerse en toda casa salesiana.
El P. Juanito nos Informó que se quedaría hasta el día de mañana y en las primeras horas partiría a la cuidad de Huancayo ya que los hermanos de esta Casa Salesiana lo esperaban también para homenajearlo.
Muchas gracias P. Juanito, que Dios y Nuestra Madre Auxiliadora lo sigan bendiciendo y esperamos volver a tenerlo en esta Casa donde se le quiere mucho.