Luego de la celebración por la Fiesta de María Auxiliadora, las tareas de restauración de la Basílica siguen su rumbo. Esta vez, con mucho esfuerzo y dedicación, los trabajadores tienen la tarea de devolverle el brillo a las torres laterales de la iglesia.
Dado al mal estado de las torres, era necesario picar y lijar aquellas partes en las que se encuentre alguna rajadura. Posteriormente, a través de una máquina, se echará agua a presión que ayudará a limpiar aquellas impurezas impregnadas en la fachada de la Basílica. Luego, se procederá a resanar las partes dañadas, y finalmente se realizará el pintado general.
Una vez más, es necesario recalcar que la restauración de la Basílica no hubiera sido posible sin el apoyo y la colaboración de los devotos de la Virgen María Auxiliadora.