Nacional

Padre Luis Bolla: “Tú puedes ser sacerdote, y misionero. Caminarás mucho en tu vida”

0

Hace pocos días, concretamente el 6 de febrero, se conmemoró la muerte del P. Luis Bolla. Su recuerdo, aún con el paso del tiempo, sigue vivo en el pueblo donde entregó su vida. Fueron más de 50 años conviviendo con las etnias, en una zona inhóspita, alejada y en condiciones muy difíciles, en el corazón de la selva amazónica.

Por: P. Vicente Santilli, SDB

El P. Luis Bolla, SDB, nombrado como “Yánkuam” en Achuar, nació en Schio (Vicenza) Italia, el 11 de agosto de 1932 de una familia muy creyente. A los 7 años empezó a frecuentar el Oratorio salesiano. Las narraciones de los misioneros lo motivaron vocacionalmente. A los 11 y 12 años, en la capilla del Oratorio escuchó una voz que le decía: “Tú puedes ser sacerdote, y misionero. Caminarás mucho en tu vida”. Su sueño era vivir para siempre en alguna de las selvas del planeta, con la única finalidad de hacer conocer y amar a Jesús.

Con grande emoción, el 22 de noviembre de 1953 salió del puerto de Génova para Ecuador. Tenía 21 años. Aprendió rápidamente el español y la lengua Shuar para trabajar por la etnia. Ordenado sacerdote, le pide al Señor: poder aprender las lenguas indígenas, ir siempre a los lugares más lejanos y difíciles entre los indígenas, ser instrumento del Señor para que tengan el don de la gracia de Dios para salvarse.

Efectivamente al ver que los shuar estaban atendidos y los Achuar estaban abandonados, iluminado por Dios pidió entregarse a ese pueblo. A los superiores les solicitó: no ir a las misiones como conquistador, que respetaría y defendería sus tierras, que pudiera vivir como ellos pero conservando su identidad sacerdotal y religiosa, y confiaría plenamente en la Providencia sin pedir nada a los superiores.

Obtuvo el permiso de fundar la misión de Wichim con los Achuar. Estuvo 30 años en Ecuador y 30 en Perú. Llega al Perú en 1984 para trabajar en el Vicariato Apostólico de Yurimaguas. Le esperaban años de soledad y aislamiento debido a las distancias y a la falta de una comunidad religiosa.

Se identificó con el pueblo Achuar. Y, a pesar de los peligros y amenazas de todo tipo, no perdió nunca la confianza en Dios. Siguió investigando las costumbres, etnología y cultura de ese pueblo. Su misión principal era siempre anunciar el Evangelio a todos los Achuar a quienes quería como a hijos.

El P. Luis Bolla no limitó su labor a anunciar la Palabra de Dios, sino se esmeró para acompañar al pueblo Achuar en su organización, fomentó la educación, y cuidó de la salud y el desarrollo alternativo de este pueblo. Escribió muchos sobre esta etnia. El Rector Mayor aprobó el inicio de la causa de beatificación y canonización.

La vida de “Yánkuam” se ha apagado como una candela, pero su recuerdo permanece vivo, su testimonio ayudará a hacer “una Iglesia siempre en salida”.

Mons. Steiner: Sínodo Panamazónico celebración de la Iglesia para la Iglesia

Previous article

¿Qué salesianos comunicadores para los jóvenes del mundo digital?

Next article

You may also like

More in Nacional