Los sentidos del oído y de la lengua son los medios preciadísimos de la comunicación de nuestro mundo interior con los demás. Jesús, en su Evangelio, devuelve milagrosamente estos valiosísimos sentidos para escuchar la verdad y defender la justicia.
Los sentidos del oído y de la lengua son los medios preciadísimos de la comunicación de nuestro mundo interior con los demás. Jesús, en su Evangelio, devuelve milagrosamente estos valiosísimos sentidos para escuchar la verdad y defender la justicia.