El viernes 15 de enero, tres días después del terremoto, una comisión técnica de la Inspectoría de la república Dominicana ha podido entrar en Haití y Puerto Príncipe para hacer un primer escenario de la situación.
La visita había sido presidida por el padre Víctor Pichardo, Inspector de las Antillas, que llegó a Puerto Príncipe en un helicóptero militar. Después de su regreso el padre Pichardo se ha llevado al padre Attilio Stra, salesiano misionero italiano, director de la comunidad de Enam, sobreviviente a la caída de la obra, para hacerlo recuperar en un hospital de Santo Domingo. Las heridas y lesiones reportadas no son graves.
El señor Alberto Rodríguez, Economo inspectorial, el señor Franklin Ortega, de la Oficina para el desarrollo de la Inspectoría de las Antillas, dos salesianos de la comunidad de Barahona, la más próxima a Haití, el padre ángel Sánchez y el padre Gabriel Almonte, han tomado la información inmediatamente del estado de desorientación e impotencia de la gente que ahora vive en las calles, en las plazas y los parques publicos.
La primera etapa ha sido la comunidad de “San Juan Bosco” de Enam, la obra más afectada de los salesianos de Haití. Aquí se encontraron con Wim Boksebeld y el padre Olibrice Zucchi Ange. “Reinaba el silencio, el dolor y la tristeza”, han afirmado los cuatro visitadores. La mayor parte de los alumnos y los enseñantes todavía están bajo los escombros. A las 16.53, hora local, cuando la tierra ha iniciado a temblar los alumnos de la escuela primaria se encontraban en el primer piso de la estructura que tenía tres pisos, ahora convertidos en un cumulo de ruinas. Desgraciadamente también aquí, como en otros lugares de la ciudad, aparecieron episodios de saqueo, de donde se llevaron lo poco que quedaba: muebles, sillas y computadores que servían para las actividades didácticas.
Gianluca Antonelli, miembro del Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), en conexión con la Procura Misionera de New Rochelle, ha prometido interesarse por la Protección Civil Italiana que trabaja en la ciudad.
También las otras obras salesianas de Puerto Pricipe se encuentran en las mismas condiciones. Los salesianos acampan en el patio y pasando la noche en los automóviles al abierto.
Un pequeño se reunió con el padre Jacques Charles, actual superior de la Visitaduría de Haití, y el designado sucesor padre Sylvain Duncange. La urgencia es aquella de garantizar a los salesianos de Haití, ya trabajando en el lugar, un mínimo de infraestructura necesarias para acoger y asistir a las personas. Las primeras cosas necesarias son agua potables y el alimento en enlatados y alimento para niños, porque los viveres en la ciudad escasean y aquello que se encuentra ´desgraciadamente contaminado; siguen las medicinas y tiendas de campaña.
A la entrada de regreso, el señor Alberto Rodríguez y el señor Franklin Ortega han informado, gracias a una teleconferencia, a la Procura de New Rochelle que ha iniciado a planificar las ayudas y la distribución. Se extiende la cadena de solidaridad de parte de las Inspectorías y de la Familia Salesiana, múltiples lasiniciativas para recoger los fondos necesarios para las primeras ayudas.